Creedme si os digo que los beneficios y usos prácticos del semen son tantos que no tienen cabida en este post. Sí, aunque no sea un tema del que se suele hablarse, resulta impactante comprobar hasta qué punto se le han encontrado aspectos positivos del esperma masculino.
Dejando de lado la reactividad o alergia a los fluidos corporales, algo que malograría algunas de estas pretendidas virtudes, a lo largo del tiempo el semen se ha ido revelando como un recurso valioso para mejorar la salud, la belleza, las técnicas de espionaje o, por ejemplo, como control de la ovulación.
Salud y belleza
En efecto, esta sustancia peligrosa tiene un gran impacto en nuestra salud. Las investigaciones más recientes sugieren que tanto si se deposita en la vagina como si se traga, el semen mejora nuestra salud y estado de ánimo en un sinfín de aspectos: antidepresivo, ansiolítico y somnífero natural, con propiedades energéticas, mejora de la concentración, la memoria, el desarrollo del embarazo y, entre otros beneficios, también reduce el dolor.
Esto es posible gracias a elementos químicos que se encuentran en el plasma seminal, como la testosterona, los estrógenos, la prolactina, los pépticos opioides, la oxitocina, serotonina, melatonina, etc.
Cambiando de tercio, el semen ayuda a suavizar la piel. Que tenga propiedades rejuvenecedoras mágicas es una cuestión que no podemos afirmar (muchas famosas sí lo hacen) y mucho menos que sus efectos sean algo así como un bótox tópico. Sin embargo, lo cierto es que en su composición encontramos un antioxidante llamado espermina que podría sernos útil en nuestros tratamientos de belleza caseros. Es más, también se comercializa como ingrediente cosmético.
¿Y llevarlo a la mesa? Aunque parezca una idea loca o asquerosa, directamente, el semen tiene sus adeptos como auténtico manjar, y como prueba de ello tenemos el libro Natural Harvest, un recetario que incluye el semen en todos los platos, escrito por el chef Fotie Photenhauer.
Beneficios y utilidades semen
Las típicas nauseas matutinas de las mujeres embarazadas podrían dejar de ser un problema ingiriendo semen del padre del niño, según Gordon Gallap, un investigador albanés, aunque se trata de una conclusión muy cuestionada por la ciencia.
Como tinta invisible, el semen tampoco tiene precio. De hecho, durante la primera Guerra Mundial se descubrió esta utilidad, así como la facilidad de hacerlo visible mediante los tradicionales métodos del vapor y el yodo.
Justo al contrario, es decir, con la intención de llamar la atención del público, el semen ha sido utilizado como pintura. En 2008, el artista alemán Martin Vom Ostrowski presentó en el Museo Gay de Berlín una colección de cuadros pintados con su propio semen.
Fuente: SL