La escasez afecta a todos los venezolanos por igual. Recorrer establecimientos y realizar largas filas se ha convertido en una constante, pero el tiempo que permanezcan las personas en las colas también depende de la cantidad de cajas registradoras que funcionen. En el Abasto Bicentenario de la avenida Bolívar solo funcionaban este martes 10 de las 42 existentes.
Para comprar en ese Bicentenario la única cola que realizan los consumidores no es afuera del centro comercial. Al entrar al supermercado escoger los productos no lleva mucho tiempo, pero la espera continúa al momento de pagar. Se pueden llevar horas, dependiendo de la cantidad de cajas que estén abiertas.
La espera es para todos por igual, incluyendo a las personas de la tercera edad. Esperan horas parados para poder cancelar los productos necesarios para el hogar.
Este martes la cola era por el despacho de cloro, lavaplatos, detergente, harina de maíz y de trigo, aceite, leche, papel higiénico y café.
El domingo, el presidente Nicolás Maduro anunció la detención de directivos de la cadena de farmacias Farmatodo por supuestamente conspirar contra el Gobierno. Denunció que saboteaban el proceso de compra-venta y promovían las colas a través de varias técnicas, como poner a trabajar solo a tres de diez cajeros.
En otros establecimientos de la ciudad también se observaron colas para comprar champú, crema dental, papel higiénico, harina de trigo y margarina.
Desespero en las colas
El desespero por poder adquirir lo que no se consigue se ha reflejado recurrentemente en los supermercados, y más cuando se trata de productos que necesitan los hijos. En un establecimiento del sector El Remanso, en San Diego, los ánimos cambiaron luego que algunas personas notaran la intención de supuestos bachaqueros, contó Catherine Rivas, quién esperó más de una hora para comprar pañales.
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Beatriz Oliva
Fuente: El Carabobeño