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Sociólogo sostiene que el gobierno aspira a clima de violencia: “Usan colas para generar un estallido social”

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Sociólogo sostiene que el gobierno aspira a clima de violencia: “Usan colas para generar un estallido social”

Las colas para comprar alimentos o pañales actualmente consumen más de la mitad del día de los venezolanos, quienes en ocasiones, luego de esperar hasta cinco horas bajo un Sol inclemente, no consiguen lo que andan buscando y deben devolverse a sus casas con las manos vacías.

 

Leonidas Pérez, sociólogo, sostiene que la cola no solo se debe a la circunstancia que atraviesa el país, sino que es una propuesta por parte del Gobierno. «Es parte del proyecto político para desviar la atención de la población. La cola tiene solución: O se activa la producción nacional o se compran los alimentos en el exterior, pero la intención es distraer a la gente”.

 

Pérez agrega que aun cuando las colas consumen el tiempo de estar en el hogar y compartir con la familia, se ha convertido en un espacio social. «La gente se relaciona y conoce a otras personas, muchos se hacen amigos y hasta intercambian teléfonos para avisarse dónde venden los productos. La gente se adapta al momento”.

 

Añade que en medio de la angustia e incertidumbre por la situación, pudieran incrementarse los casos de accidente cardiovasculares y subidas de tensión.

 

Advierte Pérez que se trata de un cuchillo de doble filo para el Gobierno porque en cualquier momento puede haber un estallido social. «En ocasiones en las colashay violencia, porque ésta aparece en el momento en que una persona desconoce los derechos del otro. «Si llega alguien y mete a la cola diez personas para comprar harina es muy probable que quien esté detrás se moleste y el Gobierno juega a que haya violencia, saqueos; un estallido social para declarar un Estado de excepción y sacar sus tanquetas a las calles para asumir el control total”.

 

El sociólogo piensa que un estallido en este momento solo beneficiaría al gobierno. «Necesitamos que el gobierno se consuma como una vela, que las bases chavistas se revelen. Llegará un momento en que habrá acuerdos entre los chavistas y los opositores debido a que los dos bandos padecen las mismas necesidades”.

 

Cree que en esa nueva Venezuela, se debe imponer castigos a quienes hayan delinquido. «No se trataría de perseguir al chavista, se trata de atrapar y encerrar en la cárcel a quien desde el Gobierno y desde las bases populares delinquieron, incluso apresar a aquellos comerciantes que aprovechando la situación actual han creado mafias. Se debe hacer una distinción entre los buenos ciudadanos y los delincuentes y encerrar en la cárcel a los últimos”.

 

En relación con la gira del presidente Nicolás Maduro por Asia y Oriente Medio, refiere que el mandatario anda buscando la manera de traer capital al país, de traer nuevos proyectos para ver si queda como un héroe, pero será muy difícil porque el resto de los países ven la crisis en la que está sumida Venezuela, y no se atreven a hacer negocios con un economía que está pasando por una grave situación. «Se verá dando vueltas en un círculo vicioso y no conseguirá el apoyo de los países que visitó”.

 

Angustia por escasez genera violencia
El psicólogo Henry Bravo sostiene que aun cuando en un primer momento la población asumió una actitud de adaptación en las colas, actualmente la angustia por no conseguir los alimentos, los ha llevado a actuar de manera violenta y por eso se han agredido entre ellos y han ocurrido saqueos en diversos locales.

 

«La gente desesperada se torna violenta. Llegará un momento en el que los ciudadanos de más bajos recursos tratarán de atacar y saquear las viviendas de las personas que ellos crean que tienen alimentos”. Bravo recomienda no escuchar muchos rumores que aceleren la angustia, sino que se centren en la solución a sus problemas. Agregan que las familias han descuidado el cuidado de sus hogares y los niños por estar en las colas.

 

También reveló que las empresa ha incrementado el ausentismo, porque los trabajadores se ven en la obligación de pedir permisos para ir a comprar los alimentos de primera necesidad.

 

«Los empleados no tienen otra alternativa que pedir permisos en sus trabajos para comprar productos como pañales, harina, margarina, leche… y el patrono prácticamente se ve en la obligación de concederlos. Eso baja la producción de las industrias”.

 

 

Escrito por Javier Vargas Foto:Juan Brito

 

El Impulso

 

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