Un especial del diario The Wall Street Journal, aseguró que luego de dos años de la tragedia, la petrolera sigue presentando deficiencias que ponen en riesgo la vida de sus trabajadores
Luego de dos años de la tragedia de la principal refinería de Veenzuela, Amuay, sus condiciones de operatividad y seguridad continúan siendo críticas.
En una investigación realizada por el diario The Wall Street Journal, se indica que aún se espera que Petróleos de Venezuela (Pdvsa), reemplace las bombas oxidadas y las tuberías corroídas. Poa la misma situación los más de 4.000 trabajadores que hacen vida en la planta, laboran en condiciones de suma peligrosidad y su vida está en riesgo al respirar gases tóxicos y estar propensos a accidentes industriales.
“En 2012, cuarenta personas murieron en una explosión en Amuay, de la que no se dieron explicaciones. Los datos de la refinería no están a disposición del público, pero el informe de 2014 del Ministerio de Petróleo muestra que Venezuela registró 5,32 lesiones por cada millón de horas de trabajo, en comparación con un promedio de la industria de 0,45 registrado por la Asociación Internacional de Productores de Petróleo y Gas, con sede en Londres”, asegura el diario estadounidense.
Diferentes sindicalistas de organizaciones que trabajan en el sector petrolero del país, han asegurado que la estatal venezolana no ha cumplido con lo establecido en el contrato colectivo
“En el contrato colectivo de trabajo para sus 122.000 empleados, PDVSA garantiza la sustitución de equipos de seguridad como máscaras, cascos y botas cada tres meses. Eso no ha sucedido, dice José Bodas, dirigente sindical petrolero.
Además, aseguran que los niveles de excelencia han mermado, por el éxodo de profesionales al exterior, en busca de mejores condiciones del empleo.
El Nacional