La búsqueda de una solución a las armas químicas sirias y el programa nuclear iraní van a protagonizar los debates de la Asamblea General de la ONU que comienzan la próxima semana y que concentrarán la atención mundial.
El debate general de la 68 Asamblea General, que atrae durante una semana a los principales líderes mundiales, convierte a Nueva York en la capital diplomática del planeta, con innumerables reuniones bilaterales y eventos celebrados de forma paralela en medio de enormes medidas de seguridad.
El conflicto sirio y la forma de cristalizar en una resolución el acuerdo de Ginebra entre Estados Unidos y Rusia para que Siria entregue su arsenal químico figura en primera línea de las discusiones.
Estados Unidos, que tiene el respaldo de Francia y el Reino Unido, quiere “lograr una resolución que sea firme y fuerte”, según dijo este viernes el secretario de Estado, John Kerry.
Eso supone un texto que invoque el Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, que abriría la puerta a sanciones o incluso al uso de la fuerza en caso de que el régimen sirio no cumpla con los términos del pacto, algo a lo que sigue oponiéndose Rusia.
El sábado 28 se ha programado una reunión del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, con los responsables de Exteriores estadounidense y ruso, John Kerry y Serguéi Lavrov respectivamente, para apuntalar el proceso diplomático.
Pero en los últimos días Irán ha “robado” buena parte del protagonismo a Siria, gracias a la hábil campaña diplomática del nuevo presidente iraní, Hasan Rohaní, de cara a su presentación en el primer plano de la escena internacional con su discurso del martes.
El líder iraní ha multiplicado en los últimos días sus gestos hacia Estados Unidos, con intercambio de cartas con el presidente Barack Obama, una entrevista a una cadena televisiva -en la que aseguró que su país nunca construiría armas atómicas- y un artículo de opinión en el diario The Washington Post, además de una hábil campaña de su Gobierno a través de redes sociales.
Rohaní se reunirá, también el martes, con el presidente francés, Francois Hollande, mientras que se prepara una nueva serie de discusiones nucleares a nivel ministerial, primero el lunes con la responsable de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, y luego el jueves con el grupo 5+1 (los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania).
Se llegó a especular con una posible reunión de Rohaní con Obama, pero la Casa Blanca dijo el viernes que no tiene planes de hacerlo.
Las negociaciones entre israelíes y palestinos serán otro asunto clave, ya que tras su reanudación en julio no están registrando avances.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, intervendrá el jueves, por primera vez en nombre del Estado de Palestina, y el martes se verá con Obama.
El viernes está prevista una reunión del Cuarteto para Oriente Medio (formado por la ONU, la UE, EE.UU. y Rusia), presidida por Ban Ki-moon para intentar dar un nuevo empuje político al proceso.
La cuestión del espionaje estadounidense desvelado por el exagente estadounidense Edward Snowden también puede estar muy presente, especialmente por las denuncias de algunos países latinoamericanos de que fueron blanco de seguimientos ilegales.
De hecho, el debate se abre el martes con la tradicional intervención de Brasil, cuya presidenta, Dilma Rousseff, planteará la cuestión del espionaje sobre ella misma y otras autoridades y empresas públicas del país, según ha avanzado la prensa brasileña, tras suspender un viaje oficial a Estados Unidos previsto para octubre.
Además del espionaje, otros temas de interés para Latinoamérica que se discutirán, en el plenario o en las reuniones bilaterales, serán la denuncia venezolana de que EE.UU negó el permiso para que el avión del presidente Nicolás Maduro sobrevolara Puerto Rico; la soberanía de las islas Malvinas, la paz en Colombia o la lucha contra el narcotráfico.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, canceló su viaje a Nueva York por la dramática situación en su país debido al paso de dos ciclones tropicales y las graves inundaciones que causaron.
Además de todos estos asuntos, Naciones Unidas busca avanzar los esfuerzos para progresar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Como Ban dijo el pasado martes al presentar la reunión, aunque la guerra civil en Siria “probablemente domine los debates y muchos de los discursos”, no hay que dejar en segundo plano “otros asuntos acuciantes” como “una agenda para el desarrollo sostenible, la lucha contra la pobreza o la sostenibilidad medioambiental”.EFE