Rodrigo Diamanti ante la Asamblea de Estados Partes de la CPI: “el sistema de justicia internacional les ha fallado a las víctimas en Venezuela”.
La Haya, Países Bajos – 2 de diciembre de 2025.
Durante su intervención en el Debate General de la 24ª Asamblea de Estados Partes de la Corte Penal Internacional (CPI), el activista venezolano y presidente de la ONG de DDHH Un Mundo Sin Mordaza, Rodrigo Diamanti, afirmó que el sistema de justicia internacional “falló” a las víctimas de Venezuela en el momento en que más necesitaban protección y denunció que el sistema de justicia internacional “ha guardado silencio” precisamente durante los años de mayor represión en la historia reciente de Venezuela.
En su intervención, llamó a la Fiscalía y a los Estados Partes a restaurar la capacidad de disuasión de la Corte frente a crímenes en curso. Diamanti inició su declaración con un mensaje directo: “Quiero pedir disculpas a las víctimas venezolanas porque este sistema, en el que confiamos, les falló cuando más lo necesitaban.”
La Asamblea de Estados Partes -el órgano político más alto del Estatuto de Roma- reúne a más de 120 Estados, misiones diplomáticas, organismos internacionales y ONG para evaluar el funcionamiento de la Corte y fijar posiciones sobre los casos en curso. En ese escenario, Diamanti, ex preso político y Defensor de DDHH, planteó una interrogante que, según dijo, resume la preocupación de numerosas víctimas respecto al proceso. Recordó sobre una persona vinculada al entorno familiar del Fiscal Karim Khan apareció representando al Estado venezolano ante mecanismos internacionales “¿Cómo puede el Fiscal señalar la responsabilidad del régimen venezolano de un lado de la sala, mientras alguien de su propia familia lo representa en otro?”, preguntó.
El presidente de Un Mundo Sin Mordaza además recordó que, durante una década, la sociedad civil venezolana “se convirtió en el motor de la justicia internacional” ante la inacción de la Fiscalía: recopiló evidencia, documentó cadenas de mando, impulsó la creación del Panel de Expertos de la OEA y de la Misión de Determinación de Hechos de la ONU, y logró que seis Estados Parte remitieran la situación al Tribunal. “Los venezolanos hicieron historia”, dijo. “Y aun así, el Fiscal se negó durante años a abrir la investigación”.
Según Diamanti, la apertura de la investigación en 2021 coincidió con “el momento más oscuro” para la sociedad venezolana. “La tragedia es esta: cuando la investigación se abrió, la Corte cayó en silencio y ese silencio coincidió casi perfectamente con el peor aumento de represión de nuestra historia moderna.”
El activista y defensor de Derechos Humanos citó cifras alarmantes del período posterior a la apertura de la investigación:
● La tortura aumentó 150%,
● desapariciones forzadas aumentaron 105%,
● por primera vez en una década más de 100 menores y más de 300 mujeres fueron encarcelados,
● Tras la elección presidencial, 25 personas fueron asesinadas y más de 2.000 detenidas en 48 horas, cumpliéndose la amenaza pública de un “baño de sangre”.
Diamanti cuestionó el enfoque de la Fiscalía de “diálogo sin consecuencias, optimismo sin acción”, y denunció que este permitió que el régimen venezolano usara la presencia de la CPI como “escudo diplomático” para profundizar la represión.
Criticó además la política de órdenes de arresto secretas, señalando que “el secreto no disuade a quienes ya saben que no pueden viajar”, y advirtió que la percepción de inacción tiene consecuencias devastadoras: “Para las víctimas, el mensaje es: no somos prioridad. Para los perpetradores: pueden continuar.”
En un llamado directo a los Estados Parte, Diamanti planteó la pregunta central de su intervención: “Si esta Corte no es evaluada por su capacidad de detener crímenes en curso, ¿entonces por qué se la evalúa?”
El activista presentó dos solicitudes concretas para comenzar a restaurar la credibilidad del sistema de justicia internacional en el caso venezolano:
1.Que la Fiscalía se pronuncie públicamente y de manera consistente sobre los crímenes en Venezuela, porque “cada día de silencio es un día de permiso”.
2.Que la Corte emita órdenes de arresto en la situación de Venezuela y confirme públicamente su existencia, aun sin revelar nombres, para enviar un mensaje claro: “a las víctimas, que no están solas; a los perpetradores, que ya no están seguros.”
Diamanti finalizó recordando que los venezolanos han esperado justicia desde 2014 y que los crímenes continúan “cada día sin acción tiene un costo humano irreversible, Venezuela no puede soportar otra década de silencio. Es hora de que esta Corte sea lo que fue creada para ser: una línea real de protección frente al terror de Estado.”
Cerró su discurso citando a los padres de Juan Pablo Pernalete -joven asesinado por fuerzas del régimen-: “Los crímenes contra la humanidad no prescriben, pero las vidas humanas sí. Como la vida de su hijo, Juan Pablo Pernalete”. Añadió que espera algún día volver a la Asamblea para agradecer, no para disculparse: “Porque finalmente habremos encontrado justicia para todas las víctimas.”










