Nancy Pelosi fue recibida por la presidenta de Taipei, Tsai Ing-wen
La presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, Nancy Pelosi, llegó a Taiwán el martes en la noche y al día siguiente se reunió con la presidenta de ese país, Tsai Ing-wen. También visitó el Parlamento y allí aseguró que su país respalda abiertamente a las naciones democráticas, en claro mensaje a la República Popular China.
Esta visita de Pelosi a Taipei no cuenta con el respaldo del presidente Joe Biden; incluso el Pentágono la desaconsejó desde el inicio, porque las tensiones entre Washington y Pekín están en su máxima expresión. Sin embargo, hay que destacar que en Estados Unidos se respeta la separación de poderes como base de la democracia, por lo que el Congreso, y por tanto la presidenta de la Cámara de Representantes, no necesita la aprobación del Ejecutivo para nada.
El mensaje que llevó Pelosi quedó muy claro, el firme respaldo del parlamento estadounidense a la democracia taiwanesa. Así como en 1991 la congresista desplegó junto con otros colegas una pancarta en plena plaza Tiannanmen, a solo dos años de la conocida masacre, así hoy estrecha la mano de la mandataria de la isla y del vicepresidente de su Congreso. Ella misma recordó que aquella visita al corazón de la República Popular China fue para expresar el apoyo de su país al respeto a los derechos humanos y que hoy eso sigue estando vigente.
Pelosi, sin embargo, se encargó de recordar que su presencia en Taipei no contradice la política exterior de Estados Unidos sobre “una sola China”. Washington tiene representación diplomática en Pekín, pero no en la capital de la “isla rebelde”. Sin embargo, esto no quiere decir que apoye la idea de anexión del gobierno chino, sino que meramente reconoce que existe un reclamo.
“La visita de nuestra delegación honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán. Nuestras conversaciones con los líderes de Taiwán reafirman nuestro apoyo a nuestro socio y promueve nuestros intereses compartidos, incluido el avance de una región del Indo-Pacífico libre”, recalcó Pelosi. También dijo: “En la actualidad el mundo tiene que escoger entre democracia y autocracia. La determinación de Estados Unidos de preservar la democracia aquí en Taiwán y en el mundo permanece inquebrantable”.
Con estos discursos la congresista demócrata demostró que su país no le teme a las amenazas de China y que los valores que defienden abiertamente como política de Estado van más allá de un gobierno en específico. Aunque Pekín amenace con simulacros de guerra y sanciones comerciales a los productos taiwaneses, la isla puede sentirse tranquila de que cuenta con el respaldo de Estados Unidos.
Editorial de El Nacional