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“Sin garantía de éxito”

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“Sin garantía de éxito”

Después de la renuncia simultánea de los rectores principales y suplentes del Consejo Nacional Electoral vinculados al oficialismo, la Asamblea Nacional, también oficialista, apura los pasos para la renovación total de la directiva del organismo con  el objetivo claro de blindarse frente al proceso, sin fecha en el calendario, que llevará a las elecciones presidenciales.

 

 

De hecho, con extraña celeridad la AN procedió a convocar a las  organizaciones vigentes y activas de la sociedad y a los ciudadanos para que propongan nombres para la integración del Comité de Postulaciones Electorales junto con la comisión de 11 miembros ya designados por el Legislativo oficial. Todo de «conformidad» con la ley, obviando, claro está, que la directiva del órgano electoral ─cuya mayoría  tan convenientemente hizo mutis─ fue designada en 2021 para cumplir un mandato de 7 años de acuerdo con la Constitución. Un detallito, nada más.

 

 

En ese contexto se conoció la renuncia también de los rectores Roberto Picón y Enrique Márquez, respaldados por fuerzas políticas de la oposición para formar la directiva del CNE. Picón publicó en su cuenta de Twitter un comunicado bajo el título «Nada debe apartarnos de la ruta electoral» en la que caracteriza esta renovación total del organismo electoral como una «crisis institucional» que trunca ese proceso iniciado hace dos años que permitió, a su juicio, «avances significativos» en la concreción de garantías electorales para los comicios regionales y municipales de ese año.

 

 

Picón, que en su cuenta de Twitter alaba la paciencia como la más heroica de las virtudes, precisamente porque carece de toda apariencia de heroísmo, advierte que su renuncia, tras consultar a los factores que lo apoyaron,  de ningún modo convalida una «situación irregular» en el CNE sino que la hace para facilitar «un proceso que debe ser conducido transparentemente por la AN». Que la AN, se presume, no lo vaya a efectuar de esa manera no impide, en todo caso, que se le recuerde cómo debe proceder. Picón, sin embargo, no se llama a engaño y deja claro que «no hay garantía de éxito» en este nuevo intento de nombramiento de la próxima directiva del CNE.

 

 

El horizonte electoral señala que en algún momento de 2024 ─el oficialismo es dueño de la fecha y juega con ella─ deben realizarse las presidenciales y en 2025 las elecciones para una nueva Asamblea Nacional, gobernaciones, alcaldías y los entes legislativos regionales y municipales. El régimen está montado sobre ese tablero y el descabezamiento del CNE es su primera jugada estratégica: sus propios rectores electorales no son todo lo confiables que requieren para una confrontación que esperan dominar «por las buenas o por las malas», como difunde el número dos del tinglado oficial.

 

 

Picón, ingeniero de sistemas graduado en la Universidad Metropolitana, coordinador del equipo de apoyo técnico de la Mesa de la Unidad Democrática cuando en 2015 la oposición se impuso de manera rotunda en las elecciones parlamentarias ─detenido en 2017 de manera arbitraria, sin orden judicial y sin delito alguno y encarcelado durante seis meses─ llama a las organizaciones políticas y sociales a la participación, lo que implica «desafiar y trascender los muchos obstáculos que encontraremos lo venezolanos para el logro del objetivo fundamental: dotar a la nación de instituciones que sirvan al país y sean reconocidas por todos».

 

 

Roberto picón CNE

Roberto Picón / Foto Archivo

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