Quedó en otra promesa electoral. El lunes 8 de abril llegó a Maracaibo una primera flota de 16 buses para poner en marcha las rutas estudiantiles socialistas. Nicolás Maduro, en ese momento candidato a la presidencia, hizo entrega formal de las unidades como parte de su cierre de campaña en el estado. La idea era activar, en un principio, rutas en los tres municipios más poblados en cuanto a estudiantes: Maracaibo, San Francisco y Cabimas. Solo quedó en palabras.
Yorman Barillas, presidente de la Federación de Centros de la Universidad del Zulia (FCU-LUZ), aseguró que aún no están en funcionamiento ninguna de esas unidades, con las que se pretendía interconectar todos los municipios del estado. Para Maracaibo se asignarían un total de 26 buses, a beneficio de los estudiantes de todas las universidades de la región.
Y es que precisamente esta fue una de las contrapropuestas que recibió, junto a los presidentes de la FCU de todas las universidades autónomas del país, en la reunión que sostuvieron el pasado martes con Jehyson Guzmán, viceministro de Políticas Estudiantiles.
«Esa ruta también nos hace falta, pero no podemos limitar el derecho de los estudiantes. Nos negaron los nuevos buses, nos dijeron que no hacían falta». En LUZ hay 28 unidades, de las que solo funcionan ocho, aseguró Barillas. Esas ocho tienen entre 30 y 40 años en funcionamiento.
Sin acuerdos
Tras siete horas de discusión, se levantaron de la mesa sin ningún acuerdo. El pliego petitorio del sector estudiantil se enmarcó en un presupuesto justo -y no reconducido- para todas las universidades, además de mejoras necesarias a las providencias.
Sobre los comedores se pidió la homologación del costo del plato de comida, que mientras en LUZ está calculado entre 20 y 23 bolívares para los proveedores; en otras instituciones supera los 40. En LUZ se sirven a diario unas siete mil 500 raciones de comida.
«El Estado envía los recursos para comprar los platos, la calidad de la comida disminuye a medida que se paga menos. No deben existir diferencias entre las mismas universidades».
La exigencia se repitió con el tema de las becas. Exigieron homologación de 400 a mil 200 bolívares, tal y como reciben los estudiantes de Medicina Comunitaria. La propuesta del Gobierno apenas llegó a 600 bolívares. «No aceptaremos migajas. Que no envíen los recursos para pagar ese aumento porque no lo vamos a aceptar. No puede haber discriminaciones en cuanto a lo que cobran los estudiantes».
Ante la falta de respuestas el conflicto se mantendrá, y amenaza con agudizarse. Para el próximo martes el viceministro acordó un segundo encuentro, para centrarse en la discusión sobre becas y transporte, dos de los temas más álgidos. «No nos podíamos parar de las mesas sin ninguna respuesta. Lo que hizo fue dilatar el problema con esta nueva reunión. La solución está en manos del Gobierno».
Descompensada
En el rectorado nuevo de LUZ ya solo quedan seis huelguistas. Ángela Herrera se descompensó tras ocho días sin ingerir alimentos. Sufrió una crisis de hipoglicemia y perdió la conciencia. Los paramédicos llegaron de inmediato y se la llevaron a un centro de salud.
En pie de lucha se mantienen Charlie Aponte y Erick Torres, quienes se cosieron la comisura de sus labios el pasado lunes; junto a ellos siguen los estudiantes Junior Torres y Frank Ruiz, además de la profesora Mariana Fulcado y el obrero Rafael Urbina. Otro grupo se mantiene en ayuno prolongado, con la libertad de retirarse al cumplir un número determinado de horas.
El presidente de la FCU aseguró que en las próximas horas discutirán las acciones que comprenderán la tercera fase de la huelga. /JM
Fuente: Nota de prensa
