Dieciséis días han transcurrido desde que dos menores de edad asesinaron a dos religiosos del Colegio Don Bosco, e hirieron a un tercero, pero todavía los funcionarios asignados al caso no han podido dar con el paradero del adolescente de 14 años involucrado en el hecho.
Como es de conocimiento público, el 16 de febrero en la tarde, mismo día del hecho, los efectivos policiales capturaron en las cercanías del colegio, al joven de 17 años, quien presuntamente organizó el crimen.
En la audiencia de presentación, la fiscal 23º con competencia en el Sistema de Responsabilidad Penal del Adolescente de Carabobo, Milagros Romero, imputó al joven por la presunta comisión de los delitos de homicidio calificado con alevosía en la ejecución de un robo agravado, lesiones graves y agavillamiento.
Estos delitos están previstos en el Código Penal en concordancia con lo establecido en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
Analizados los elementos presentados por la representante del Ministerio Público, el Tribunal Primero de Control de Carabobo, sección adolescente, admitió la precalificación fiscal y dictó detención preventiva para el joven, quien fue recluido en el albergue de menores, Alberto Ravell, de Naguanagua.
El día del hecho el Ministerio Público designó a la fiscal quinto de Carabobo, Analía Aguilar, para que se encargara de las investigaciones.
Como se recordará, el domingo 16 de febrero buena parte de la colectividad valenciana estaba asombrada, pues en la madrugada mucha gente se había enterado que dos adolescentes habían ingresado al dormitorio del Colegio Don Bosco, y habían matado a cuchilladas al sacerdote Jesús Erasmo Plaza de 79 años y al religioso salesiano Luis Sánchez de 84 años. Otro padre de nombre David Marín, de 64 años también resultó herido en una pierna.
A pesar de ser el de menos edad, hasta ahora a los efectivos del Cicpc le ha sido imposible capturar el segundo adolescente implicado en el asesinato.
El Carabobeño