A diferencia de lo que comúnmente se cree, los ataques al corazón no siempre causan el típico dolor de pecho invalidante que lleva a una persona a llamar al servicio de emergencias. En la actualidad, casi la tercera parte de los pacientes que sufrieron un infarto de miocardio no presentaron dolor en el pecho, sino otros síntomas. El ataque al corazón silencioso se da principalmente en personas de edad avanzada, de sexo femenino o con diabetes. Entre los signos de alerta más frecuentes de que algo está sucediendo con el corazón, se encuentran:
Dolor o molestias en el pecho: Generalmente del lado izquierdo que aparecen y desaparecen en minutos para luego volver a repetirse. Estas molestias son similares a sentir la presión de algo pesado en el pecho. La intensidad puede variar y se debe prestar atención para saber si el dolor es más intenso durante el ejercicio.
Dolores en la mitad superior del cuerpo: En brazo izquierdo, hombro o estómago.
Dificultad para respirar bien: Esto es consecuencia del bajo aporte deoxígeno.
Náuseas, sensación de vértigo, mareos, ansiedad que se manifiesta con sudor frío.
Fatiga o poca tolerancia al ejercicio.
Estos síntomas suelen ser consecuencia de la oclusión de una arteria que irriga el corazón lo que produce una interrupción en el aporte de sangre y oxígeno a los diferentes tejidos y órganos vitales. Cuanto mayor es la oclusión, mayor es el riesgo de muerte.
No todos los infartos terminan con la vida del paciente. Sin embargo, la asistencia médica es fundamental, especialmente en las primeras horas, ya que todo infarto es una urgencia por el alto riesgo de mortalidad que conlleva. Si se presentan estos síntomas es necesario recurrir al médico con urgencia y no esperar una mejora espontánea.
Fuente: SaludMedica