El ginecólogo Fernando Neuspiller aclaró algunos mitos que circulan en torno a las pastillas anticonceptivas. ¿Engordan? ¿Causan infertilidad? ¿Pueden producir várices? El especialista aclaró esas y otras de las creencias más comunes en torno a las píldoras.
El primero de los mitos dice que los anticonceptivos (ACO) causan infertilidad: «Eso es una creencia, ya que ningún estudio demostró nunca esa relación. Lo que sucede es que las pastillas pueden enmascarar otros problemas que pasan inadvertidos cuando se usan, ya que en muchas mujeres ayudan a regularizar el ciclo menstrual y eso da la impresión de que no existe ninguna patología», señaló Neuspiller.
El también director de la clínica IVI Buenos Aires apuntó que por lo general las mujeres comienzan a tomar ACO cuando son jóvenes y no están planeando una familia, pero «lo que no contemplan es que a medida que aumenta la edad disminuye la reserva ovárica y la calidad genética de sus óvulos».
«Por eso al momento de comenzar a buscar un embarazo y dejar de tomar las pastillas se podrá detectar alguna patología que la paciente tuviera desde antes o simplemente encontrarnos con que su fertilidad disminuyó de forma natural», explicó el ginecólogo, quien enfatizó que «la incidencia de la edad en la fertilidad de la mujer es tan importante que se considera una de las principales causas de infertilidad».
Otro de los mitos más famosos dice que «cualquier pastilla anticonceptiva sirve para cualquier mujer», afirmación «completamente falsa». «Existen distintos tipos de ACO que se indican de acuerdo al efecto que se quiera generar, ya que algunas pastillas sirven para mantener niveles determinados de progesterona y estrógeno en la mujer durante cada mes, en otros casos se busca cambiar la cantidad de progesterona para disminuir sus efectos secundarios y en otros se pueden indicar pastillas de ciclo extendido, que son eficaces para aquellas mujeres que experimentan ciclos menstruales dolorosos», detalló.
Es también un dicho popular que los ACO engordan, aunque tampoco hay evidencia científica que lo demuestre: «Los anticonceptivos que se utilizan en la actualidad no engordan ni favorecen la ansiedad que te hace comer más. Antes se usaban pastillas anticonceptivas con otra carga hormonal que hacían que la mujer retenga más líquido y pudiese aumentar de peso, pero de todos modos siempre nos referimos a un aumento por retención de líquidos», aclaró Neuspiller.
Con respecto al consumo de tabaco mientras se toman píldoras, el especialista fue también contundente y enfatizó que «se debe dejar de fumar por las consecuencias que trae el cigarrillo en sí mismo, no porque esté relacionado con la administración de ACO».
Muchas mujeres creen o sus ginecólogos aconsejan descansar cada determinada cantidad de año de las pastillas, pero eso tampoco es necesario en la actualidad. «Antes, cuando las dosis anticonceptivas eran muy altas, cada tanto se recomendaba un descanso para que el cuerpo de la mujer se ‘limpie’ de las hormonas, pero ahora que las pastillas son de baja dosis se pueden tomar de corrido siempre que la mujer quiera cuidarse», remarcó.
Es muy común pensar que los anticonceptivos producen várices o algunos problemas circulatorios, pero en esos casos hay que tener en cuenta su composición y las dosis de cada hormona. «Los anticonceptivos basados en estrógeno no producen várices, pero sí estimulan a las mujeres que ya tienen una predisposición o venas visibles con anterioridad. En esos casos se pueden recomendar otras pastillas para evitar el problema, por lo que es importante recurrir a un ginecólogo antes de empezar a cuidarse con este método y comentarle los antecedentes familiares para tomar la mejor decisión», consideró.
El mito número siete es verdadero y se trata de los beneficios de las pastillas anticonceptivas, que «ayudan a regularizar el ciclo de la mujer». «Además, en aquellas pacientes que sufren de endometriosis contribuyen a reducir los dolores al disminuir la cantidad de ciclos», completó el especialista.
El Intransigente