Un sicario asesinó en la tarde del domingo a balazos a un oficial agregado de Politáchira e hirió gravemente a su progenitora, cuando ambos salían de su residencia, en la calle 16, entre pasajes Guasdualito y Cumaná, en Puente Real,
El homicidio de Cristian González, de 33 años de edad, sucedió a las 5 y 10 de este domingo, cuando caminaba junto a su madre Carmen Ferrer, de 55 años, a escasos 50 metros de su vivienda. Fueron atacados por un hombre, quien minutos antes había descendido de una camioneta que les esperaba en predios del pasaje Guasdualito, en la cual también escapó.
Testigos aseguraron que el efectivo policial, quien para el momento del ataque se encontraba fuera de servicio, fue acorralado por el asesino en una caminería que está ubicada en un muro paralelo a la calle 16, quien sin dar tiempo a reaccionar, le disparó al agente en la cabeza en al menos dos ocasiones y posteriormente arremetió contra la indefensa mujer, quien recibió un balazo en la región frontal de la cabeza.
De acuerdo con la fuentes, el asesino corrió velozmente algunos metros y abordo una camioneta de color oscuro, en la cual era esperado por al menos otros dos cómplices y huyó hacia la barriada de Puente Real.
El oficial estaba destacado en la estación policial de La Tendida y actualmente disfrutaba de sus vacaciones
Vecinos y amigos de ambas víctimas que escucharon las ráfagas de disparos, acudieron al lugar y al notar que seguían con vida, alertaron organismos de seguridad y socorro, entre ellos integrantes de Protección Civil, quienes al llegar al sitio le brindaron los primeros auxilios ambas víctimas. Pese a el esfuerzo de los paramédicos y cuando era atendido, murió el efectivo policial, más no así su madre, quien fue trasladada con signos vitales al Hospital Central.
A lo pocos minutos del suceso, integrantes de Politáchira, Policía Nacional, GNB y Policía Municipal, acordonaron la zona para preservar las evidencias de interés criminalístico y evitar así la alteración de la escena del crimen.
En el lugar del atentado, las autoridades localizaron varias conchas de balas calibre 9 milímetros, las cuales fueron colectadas para los respectivos análisis técnicos.
Se especula que ambas víctimas eran esperadas por el asesino y que conocía sus movimientos, pues al momento del incidente, el efectivo policial se dirigía a un garaje cercano a sacar un vehículo de su propiedad, instante que fue aprovechado por el sicario para matarle.
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