¿Cómo manejarlo?
La lubricación es básica. Si no tienen a la mano un lubricante asegúrate que estas suficientemente excitada antes de iniciar la penetración. Así que tómense su tiempo en los juegos previos.
Relájate y juega con su pene. Verlo la primera vez puede causar impresión y de inmediato te pones tensa, lo que evita que tengas suficiente flexibilidad y lubricación.
Familiarízate con él en los juegos previos para «perderle el miedo».
Háganlo lenta y pausadamente. Si más adelante te acostumbras a su pene podrán acelerar el ritmo y aumentar la profundidad.
Posiciones:
Evita aquellas de penetración profunda, como la «de perrito».
Acuéstense de lado para que tengas control sobre hasta dónde te sientes cómoda. Además, con esta posición es difícil que él pueda llegar muy profundo.
Tú encima de él, así la que lleva el control de la profundidad eres tú. Haz movimientos pausados y no agresivos, como mover tus caderas en círculos lentos.
Contigo boca arriba y él de lado entre tus piernas. Esta posición es muy sensual y evita que haya mucho movimiento por el choque de las piernas, lo cual es perfecto para un pene muy grande.
Si quieren que él esté encima no alces las piernas ni te pongas almohadas en la espalda para favorecer la penetración pues esto la hace más profunda.
No abras mucho las piernas por dos razones: primero evita que llegue muy profundo y segundo fomenta el contacto con el clítoris lo cual te mantendrá siempre lubricada.
Fuente: MSH