Si el gobierno de Estados Unidos finalmente retira las exenciones sobre la importación de gasoil en octubre, la situación del sector eléctrico podría hacer aún más crítica, debido a que se afectaría la disminuida capacidad de generación termoeléctrica que queda en el país.
De acuerdo con una nota de Argus, el gas natural que se usa para generar electricidad en el occidente del país también se convertiría en un problema, si la producción que gestionan la italiana ENI y la española Repsol en el proyecto «Perla» se detiene como consecuencia de la posible suspensión de las exportaciones de crudo a cambio de gasoil.
Venezuela ha venido registrando fallas eléctricas persistentes, que se han concretado en tres apagones que han afectado a varios estados en los últimos 15 días. De acuerdo con la data que maneja la agencia estadounidense «Corpoelec tiene más de 34 gigavatios (GW) de capacidad de generación instalada pero sólo genera unos 10 GW, principalmente de Guri y de complejos hidroeléctricos más pequeños en el bajo río Caroní, en el estado Bolívar».
Esta situación ha obligado a implantar planes de racionamiento -denominados de «administración de carga» – en varios estados. En algunos, como Zulia, el sistema es público y conocido, mientras que en otros se aplica sin aviso pero de manera sistemática.
Venezuela, un país con enormes reservas energéticas, lleva casi una década padeciendo una severa crisis con la electricidad. De acuerdo con el más reciente informe del Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos (OVSP), 57,6% de los habitantes de los principales centros urbanos del país evalúa negativamente el servicio eléctrico y denuncia fallas constantes de suministro.
El mismo reporte señala que las ciudades del occidente del país son las más afectadas por la crisis eléctricas, por lo que más de 85% de sus habitantes evalúa negativa el trabajo de Corpoelec.
Fuente: Banca y Negocios
Por: Maria Laura Espinoza
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