La ciudad de Shanghái anunció hoy un aumento de los controles sobre las concentraciones importantes de personas tras la estampida que causó 36 muertos la pasada Nochevieja.
Las actividades masivas tendrán sistemas de autorización más estrictos y serán cancelados si violan las normas de seguridad, según dijo el vicealcalde de la ciudad, Zhou Bo, citado por la agencia oficial Xinhua.
Además, dijo que la ciudad reformará sus procedimientos de emergencia aplicará cambios en la forma en que gestiona las concentraciones.
La tragedia, que también causó 49 heridos, ha tenido un gran impacto en esta ciudad, considerada la capital económica y financiera de China y cuyos habitantes presumen de que es la más avanzada del país.
La avalancha se produjo a pesar de que, por precaución, se había anulado el espectáculo de luces que se había organizado allí cada Nochevieja desde 2010, ya que el año pasado las autoridades se vieron desbordadas porque acudieron a esa calle unas 300.000 personas.
Aún así, la afluencia de gente superó este año al despliegue policial, con decenas de miles de asistentes en el lugar de la tragedia: el cruce de la principal arteria de la ciudad, Nanjing Dong Lu, con la avenida del malecón fluvial conocido como el Bund, al pie de edificios históricos y frente al famoso bosque de rascacielos del barrio financiero Lujiazui.
Fuente: Agencia