Claro, volverlo loco ahí abajo requiere mucha lengua, pero tus manos también tienen un papel importante. La estimulación manual es un excelente complemento para intensificar el placer exponencialmente… y no es tan difícil como crees.
Para ir profundo: Para aquellas que tienen bocas pequeñas, la penetración profunda es casi imposible, pero eso no quiere decir que no puedas hacerlo sentir cómo si hubiera una penetración profunda. Pon un poco de aceite de coco en tus manos, pon una mano alrededor de su miembro y, en sincronía con tu boca, dale sexo oral. El aceite de cocó simulará la saliva de tu boca, y él sentirá algo completamente diferente.
Ponle un anillo: Haz una anillo con tus manos en la base del pene y aplica presión. La fricción de tu boca y la presión en la base lo obligarán a llegar al clímax ¡de volada!
Juega con la pelota: No olvides enfocarte en toda el área pélvica, no sólo su pene. Usa tus manos para masajear sus testículos y dar un poco de presión, mientras tu boca hace maravillas con el glande.
Tócalo más: Dale cosquillas en sus pezones, toca sus muslos y aprieta sus pompas. El chiste es poner esas manos en acción y explotar todas sus zonas erógenas.
Saca el aceite: Desde la parte su ombligo, hasta sus muslos, conforman una zona erógena que seguramente pocas veces aprovechas. Para hacerlo, saca un aceite y usa tus uñas o las yemas de tus dedos para tocar su cuerpo mientras le das sexo oral.
Comparte el amor: Es posible que, además de que le encante lo que haces con su pene, también le guste verte a ti en acción contigo misma. En medio del proceso, usa una mano para tocar tu clítoris o tus senos. Cuando él baje la vista, verás que estará completamente loco por ti.
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