Sexo en todas partes ¿Por qué no?

Sexo en todas partes ¿Por qué no?

Con «marcha atrás» o no, seguro que alguna vez lo has hecho en un coche. Pero, ¿lo has probado en el lavabo de un avión o en un ascensor? Te explicamos cómo poner en práctica tus fantasías móviles.

 

METE PRIMERA

 

Para evitar mirones o la interrupción de la policía o de algún malandro, estaciónate en un sitio apartado y empaña los cristales (lo conseguirás encendiendo la calefacción). Si tienes un deportivo, el campo de acción se reduce al asiento del copiloto: reclínalo, invítala a tumbarse y colócate sobre ella. El resto, ya sabes.

 

ALTOS VUELOS

 

El mejor momento para hacerlo en un avión es justo después del despegue o a los 15 minutos de haber empezado la película, cuando hay menos pasajeros rondando por los pasillos.

 

Un detalle importante: a la hora de facturar, pide los asientos de atrás del todo y, cuando no haya moros en la costa (en este caso, aermozas), pídele a tu chica que vaya al baño. Espera un par de minutos y corre tras ella.

 

«Dado el escaso espacio disponible, resultan más cómodas la estimulación manual u oral que la penetración», apunta el Dr. Antonio Casaubón, presidente de la Sociedad Española de Sociedades de Sexología.

 

ATRAPADOS

 

En el ascensor, dale al «stop» cuando estén entre dos plantas y mantén pulsado el botón que cierra las puertas. Si estás en forma, la mejor postura es sostenerla en brazos con su espalda contra la pared.

 

ENTRA EN EL TÚNEL

 

Aprovechar el paso del tren por un túnel resulta una empresa arriesgada  pero el miedo a ser descubierto aguzará tus sentidos.

 

«El riesgo de ser «pillados» in fraganti añade morbo al encuentro y aumenta la excitación». Si quieres disfrutar de largas sesiones de sexo sobre rieles, reserva una cabina en un tren de lujo…..evidentemente cuando viajes. (www.trenes-de-lujo.com).

 

SÚBELA A TU OLA

 

Espera a la puesta de sol; no sólo por romanticismo, también porque hay menos curiosos en la playa. Proponle que se tumbe bocabajo en la colchoneta y colócate encima sin miedo: «el preservativo es igual de fiable dentro del agua que fuera. Respecto a la lubricación vaginal, si ella está suficientemente excitada, el agua del mar no tiene por qué afectarla», asegura Casaubón. // IPP

 

Fuente: MHE

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