Todas las ETS crónicas son el resultado de un virus que no puede ser eliminado del cuerpo, sin embargo, existen muchas opciones para gestionar este problema. Una vida sana y el sexo feliz con herpes es absolutamente posible. Sin embargo, la persona que los padecen no se lo llega a creer. Es importante buscar apoyo para que te puedas empezar a deshacerse de la vergüenza que sientes. Los sentimientos de “soy sucio” o “no soy digno” son muy poderosos y pueden afectar a la vida sexual de la persona.
La visita a un terapeuta puede ayudarte a aceptar tu condición y centrarte para conseguir seguir adelante. Busca algún grupo de apoyo para personas con herpes. Pueden ofrecerte información relevante y conectarás con los demás pasando por experiencias similares. Aparte de dar a tu mente la atención que merece, un estilo de vida saludable te ayudará a minimizar los episodios de herpes.
Dormir lo suficiente, comer bien, y reducir al mínimo el estrés también es una manera de mantener brotes controlados. Querer tener relaciones sexuales con una nueva pareja simplemente requiere honestidad. Todo el mundo tiene algo que no les gusta de su sexualidad o de su pasado. Debes tener claro tu diagnóstico y explicárselo a la otra persona al comienzo de la relación. Si tu pareja no es capaz de asumirlo, entonces no es la persona adecuada para ti.
Aunque hay un pequeño riesgo de transmitir el virus, los estudios muestran que el uso consistente del condón en una gran medida que minimiza este riesgo. Cuando se tenga un brote de herpes visible, la actividad sexual se debe evitar por completo. Esto incluye el sexo oral también, ya que el herpes se puede transmitir de la boca a los genitales.
Fuente: Sexólogos