El sexo tántrico tiene como premisa el que los hombres aprendan a tener orgasmos, pero sin llegar a la eyaculación, porque es necesario que ocupen esa energía, junto con su pareja, en prolongar el placer.
Es cuestión de practica que los seguidores del sexo tántrico aprendan ciertos ejercicios de respiración y control muscular de la zona genital.
Sexo común
Intenta descargar las tensiones
Hay cierta ‘prisa’ por llegar al orgasmo
Cada cual se ocupa de lo suyo y su satisfacción personal
Puede perderse el deseo y la pasión entre la pareja
Al llegar al “clímax” todo se termina
Si no hay cambios, puede ser rutinario
Limitado a un corto periodo de tiempo
Sexo tántrico
Hay retroalimentación de energía
La eyaculación no es requisito para llegar al orgasmo
La pareja se compenetra, buscan un mismo objetivo, satisfacción mutua
Se intensifica el deseo y el fuego interno
No se cae en una rutina porque la energía sexual no siempre es la misma
Puede durar horas
Fuente: Veintitantos