Tener sexo casual es una decisión muy personal, que en muchas ocasiones no acaba de ser una buena experiencia. Es simple cuestión estadística que la cita no defraude, lo que llamamos mala suerte, pero al margen de que el encuentro resulte más o menos placentero, está la segunda parte, esa sensación de remordimiento o culpabilidad que sí puedes evitar.
Es cierto, la experiencia aquí es un grado, si bien también influyen otros factores que no podemos controlar, como estar pasando por una mala racha o, por ejemplo, llevarse un chasco. Pero, en todo caso, si una persona está acostumbrada a tener sexo con desconocidos acaba creando mecanismos mentales, defensas psicológicas que minimizan o incluso hacen desaparecer los posibles reproches que uno pueda hacerse. Y, por supuesto, hay personas que lo viven con naturalidad, por lo que no tienen ese tipo de problemas.
Más vale prevenir…
Sea como fuere, si nos asaltan los miedos y las incertidumbres hemos de tener recursos para saber actuar. En el caso de que la situación no nos guste al comienzo mismo del encuentro, hay que cortarla. No tengas miedo ni reparos por ello, siempre estás a tiempo de arrepentirte, estés donde estés y en el momento que sea, para esto no hay excusas.
Si no lo haces, luego te sentirás mal y muy probablemente te arrepientas de no haber dicho no. Igualmente, si decides hacerlo, ten bien claro antes que para ambos significa un encuentro aislado, sin compromisos ni citas posteriores. No, al menos, a priori, aunque podrían cambiar las cosas, pero no confíes en ello.
Si esa persona no te merece confianza, es decir, si conoces cómo es aunque sea de oídas, y temes que se vaya de la lengua, si quieres mantener el encuentro en secreto, simplemente no tengas relaciones con ella hasta que lo conozcas más y te demuestre lo contrario.
La protección frente a posibles enfermedades venéreas también es fundamental. No solo se trata de embarazos no deseados, sino de contraer patologías que puedan traerte problemas graves. Ser precavidos, en este caso, es usar el condón, sí o sí. Por último, prepárate mentalmente para tener relaciones casuales si ello te supone un problema. No cometas el error de forzar la situación (beber más de la cuenta o hacerlo por despecho) para evitar sentimiento de culpa y remordimientos. Naturalidad ante todo.
Fuente: Sexologos