Viajar en un taxi se ha convertido en un lujo para algunas personas que solían hacerlo al menos cuatro veces por semana. ¿Cuánto?, ¿Por qué tan caro?, preguntó con impresión Doris Gutiérrez, cuando le dijeron el monto que tenía que cancelar por una carrera en la sucursal de una línea de taxi, ubicada en la avenida Bolívar Norte de Valencia.
La crisis económica del país ha afectado a algunos ciudadanos quienes prefieren buscar otra opción de medio de transporte antes de pagar 50 y 100 bolívares más.
No pasaron ni cinco minutos cuando Gutiérrez dijo con un no rotundo que no quería el servicio. Salió apurada, murmurando: “Yo entiendo la situación en la que vivimos, pero pagar 350 hasta Parque Valencia, es una exageración… a mi bolsillo también le pega”.
Al no conseguir un taxi en la calle que fuera menos costoso, tomó un servicio de moto taxi, que se ha vuelto muy común en la Gran Valencia y le cobró 250 bolívares.
Esta situación se repita al menos tres y hasta cuatro veces al día, dijo la centralista de la sucursal. La crisis económica afectó con mayor agudeza a los ciudadanos estos primeros días del año. Recorren y buscan otras tarifas o escogen otro medio de transporte. Luego de consultar con varios taxistas, toman el vehículo.
Orlando Ojeda, mencionó que no se trata de cancelar un servicio de taxi de 50 bolívares adicional o hasta más, sino las comodidades del vehículo, es decir, si tiene o no aire acondicionado, asientos cómodos y la limpieza del auto, que son características que, por lo general, justifican el costo.
Ajuste de tarifas, algo necesario
Desde hace un año la situación económica por la que atraviesa el país ha llevado a que algunos chóferes de las líneas de taxis se reúnan con sus jefes para reajustar los precios de las tarifas de las carreras cortas y largas en la ciudad y fuera de ella, ya que la “crisis” ha hecho difícil desempeñar su trabajo y llevar algo de dinero a sus hogares.
César Mendoza expresó que su labor ya no es la misma desde junio del año pasado, pues ha tenido que duplicar su jornada y en algunas ocasiones lo poco que gana lo invierte en su vehículo, por lo que ya no es rentable. “No puedo cobrar económico porque todo está caro y el dinero no alcanza”, dijo.
Al consultar a diferentes taxistas, éstos coincidieron con que no pueden cobrar las carreras al mismo precio de agosto de 2014, porque los repuestos no se consiguen con facilidad y deben pagar más del precio estipulado por la ley.
Los servicios cortos de la línea de taxi Play Cars, por ejemplo, tienen un costo de 120 a 160 bolívares, es decir, de la avenida Bolívar Norte hasta Lomas del Este, La Trigaleña, Trigal Sur, Centro, Norte, Hospital Central, Acuario y Santa Rosa; pero hacia Los Caobos, Lomas de Funval, Plaza de Toros, El Paíto, La Isabelica, Naguanagua, Prebo I y II, o Guataparo, por considerarse rutas largas, los costos oscilan entre Bs. 220 y Bs. 350. Variará según la hora, el lugar a donde se dirija y si es día feriado.
Mientras que los precios de la compañía Orbi Trans de la avenida Cedeño se encuentran, para traslados cortos, desde 130 hasta 180 bolívares y, las largas entre 250 a 400 bolívares. Influye el sector a donde vaya el cliente y la hora.
Algunas personas también se han quejado por el mal servicio que prestan algunas compañíaso cooperativas de taxis, quienes alegan que al momento de llamar a la oficina son mal atendidos, hay retraso en el vehículo y otros no tienen ni aire acondicionado; sin embargo, el valor de la carrera es el mismo.
En vista de que un servicio de taxi resulta costoso para algunos usuarios, buscan irse en mototaxi cuyas carreras salen entre Bs. 80 y Bs. 300, según el destino.
El motorizado, Ramón Morillo, destacó que las carrera este 2015 han estado “flojas en comparación a los meses de noviembre y diciembre”.
Destacó que el elevado precio de los repuestos ha dificultado aún más su labor, puesto que cambiar la tripa de un caucho de la motocicleta cuesta Bs. 450 y en enero del año pasado estaba en Bs. 70.
Los días jueves, viernes y sábados comúnmente es cuando las personas escogen servicio de moto taxi, o cuando llueve y sobre todo a las 6:30 de la mañana o 5:00 de la tarde, que son las “horas pico”. También dependerá de la prisa que tenga el cliente.
Asegura que al momento de montarse un cliente le exige que se coloque el casco por precaución y para evitar multas.
La inseguridad afecta la labor
Algunas líneas han mermado su jornada de trabajo por la inseguridad que se ha desbordado en los últimos tiempos. Solo laboran de 6:00 a.m. hasta las 10:00 p.m. Mientras que otras continúan ofreciendo el servicio las 24 horas del día, pero cuentan con un límite de vehículos.
Rafael Rodríguez, aseveró que muy poco le gusta hacer carreras de noche, a pesar que son las más costosas y gana un porcentaje mayor, pero le da miedo que lo vayan a robar. Recordó que hace dos semanas a un compañero le quitaron su vehículo en el barrio El Combate, al sur de la ciudad, cuando prestaba su servicio a dos adolescentes.
Son muy pocos los clientes que solicitan un servicio a media noche, al menos que los jóvenes lo pidan como suele ocurrir los viernes y sábado, cuando algunos deciden salir a la calle de los café, en El Viñedo, o por alguna emergencia, precisó Rodríguez.
Por su parte, el motorizado Jorge López recordó que hace cuatro meses fue despojado de su motocicleta, en la Vivienda Rural de Bárbula, cuando prestaba el servicio a una joven.
Cecilia A. Chirinos
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