Enferma y sin la energía de siempre, Serena Williams remontó una amplia desventaja y derrotó el jueves 4-6, 6-3, 6-0 a Timea Bacsinzsky para avanzar a la final del Abierto de Francia.
Con la temperatura cerca de los 30 grados Centígrado (85 Fahrenheit) en el día más caluroso del torneo, Williams caminó lento en cada cambio de lado, e incluso el esfuerzo para sentarse parecía desgastarla. Durante esos recesos, tomó agua y se puso toallas con hielo en la frente y el cuello.
Su entrenador, Patrick Mouratoglou, dijo en una entrevista de televisión durante el partido que la estadounidense está enferma.
Abajo por un set y un quiebre en la segunda manga, Williams ganó los 10 últimos games y quedó a una victoria de su 20mo título de Grand Slam. El sábado enfrentará en la final a Lucie Safarova.