Sequía arremete con la laguna de Sinamaica

Sequía arremete con la laguna de Sinamaica

En donde antes había agua ahora hay sedimentos. En algunos lugares incluso se puede caminar. La laguna de Sinamaica agoniza. El escenario es consecuencia de tres años de sequía en la Guajira venezolana, situación reforzada por  El Niño, fenómeno climático que ha alterado los ciclos lluviosos en una zona marcada por la aridez, y de por sí, pobre en lluvias.
PANORAMA captó imágenes aéreas del lugar, que desde el aire deja ver franjas ampliamente sedimentadas.

 

 

El antropólogo wayuu Nemesio Montiel se mostró preocupado por la situación que afronta uno de los enclaves  emblemáticos de la subregión Guajira. El lugar es hogar de indígenas wayuu, añú y de ‘alijunsa’ que han hecho su vida sobre este espejo de unos 50 kilómetros cuadrados de superficie.

 

 

“La laguna de Sinamaica  es patrimonio histórico del Zulia y  de Venezuela  y sufre un deterioro ecológico muy grande,  primero por la situación del río Limón y el dragado en el Lago de Maracaibo que hace que una mayor cantidad de agua salada llegue allí. Esto ha afectado  el crecimiento de la enea, los manglares y algunas  especies de peces. El ecosistema también ha sufrido contaminación en sus aguas   por el bachaqueo de combustible”, recalcó Montiel.

 

 

El mangle y la enea son componentes de las viviendas  construidas en la zona. “Son hombres y mujeres del agua, que se conectan a través del agua, sus vidas están estrechamente relacionadas con la vida de la laguna en sí”.

 

 

Sobre los efectos de la merma en las precipitaciones, Freddy Rodríguez, presidente de Hidrolago, explicó que “Sinamaica es alimentada por la cuenca del río Limón, que a su vez  la nutren los ríos Guasare, Socuy y Cachirí. El mayor aporte de agua lo da el río Guasare, ubicado en el municipio Guajira. Todos están afectados por la sequía generada por el fenómeno El Niño este año”.

 

 

El Niño es un recalentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial y causa fuertes lluvias en algunas partes del mundo y sequías en otras.

 

 

La sequía más pronunciada —agregó— “es en la cuenca del río Limón (ríos Socuy, Cahirí y Guasare), también está la cuenca del Palmar que  abarca  los ríos Palmar, Lajas y Caño Pescado”.

 

 

Consultado sobre las precipitaciones caídas las últimas semanas, Rodríguez dijo, que “este año ha habido  lluvias  por debajo de los niveles normales  para estas épocas. De mayo a junio se produce  parte del ciclo lluvioso sobre el occidente venezolano, así como septiembre, octubre y noviembre. Ha habido una  reducción aproximada de  50% en las precipitaciones”.

 

 

La recuperación de las cuencas y a su vez de los embalses está sujeta a la frecuencia y duración de las lluvias. “Si la incidencia y la frecuencia es baja no se dará la recuperación de los embalses, pero hemos tenido lluvias focalizadas en Tres Ríos, por ejemplo, donde en un día puede subir metro y medio a dos metros el embalse”.

 

 

En el Sur del Lago,  zona de abundante agua en donde históricamente llovía más que en el resto de Zulia, el presidente de la hidrológica indicó que “se ha registrado una disminución casi de un  30% de disponibilidad, porque  no solo es la sequía de este año, si no la del año pasado que se han juntado, y esto genera poca recarga de los acuíferos, que son las aguas subterráneas”.

 

 

En la región zuliana como tal suman dos años de sequía, “pero en el caso de la cuenca del río Socuy  y Cachirí estamos hablando de más de tres años. El mejor ejemplo que tenemos es Manuelote, donde terminamos en noviembre de 2012 la construcción del dique, y este embalse no ha logrado alcanzar niveles ni óptimos ni normales desde entonces. No ha habido una incidencia de lluvias, sobre todo en la cuenca del Socuy, que permita recargarlo y estar en condiciones óptimas, al punto que el dique reconstruido (luego de las inundaciones de 2011) no ha tenido contacto con el agua del embalse”.

 

 

De la situación  no escapan otros estados, advirtió Rodríguez. “No solamente es en Zulia, hay problemas de sequía en Falcón, en Lara, Carabobo (Puerto Cabello y Morón); en Vargas, Cumaná (Carúpano), toda la costa norte venezolana tiene dificultades por El Niño”. Una situación semejante se vive en Colombia, Panamá, Honduras y buena parte de la franja costera del conteniente americano, lo que ha obligado a tomar medidas para ‘estirar’ el agua disponible.

 

 

Fuente: Panorama

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