1. No es tan cerrado como tu ex
De hecho, le gusta compartir sus sentimientos contigo, y no te echa cada vez que quieres ayudarle con sus problemas.
2. No juega contigo haciéndote dudar si de verdad cree que eres guapa o no
Porque te dice en cada momento lo fantástica y fabulosa que le pareces, en millones de formas y ocasiones.
3. Cuando le dices que aún no estás preparada para hacerlo, te entiende y te respeta
Y cuando dice que no le importa, sabes que es verdad. De hecho, no te sentiste rara cuando se lo dijiste, porque sales con el chico más majo, respetuoso y con buen corazón del mundo.
4. No necesitas llevarle de tiendas
Ni demasiado formal, ni demasiado relajado. Su estilo es casi perfecto, y no podrías hacerlo mejor tú misma ni aunque lo intentaras (y de verdad, no tienes que intentarlo).
5. Le puedes decir cuándo algo te molesta sin necesidad de esconderlo
¿Te acuerdas de ese momento de: “Oh, madre mía, no debería decirle a mi novio que me gustaría que me hiciera más cumplidos, porque entonces se enfadará y será todo lo contrario”? Por fin, esos días de sufrimiento se han acabado para ti.
6. Pide ayuda de direcciones cuando está perdido
Con tu ex, cada vez que ibais a algún sitio que él no conocía de antemano, sabías que iba a seguir andando y dirigiendo como si supiera exactamente dónde es. Con tu novio actual, esto no pasará.
7. Ya te ha pedido que conozcas a su familia
Y te lo preguntó como si no fuera gran cosa, fue algo natural y espontáneo.
8. Siempre te contesta a los mensajes, incluso cuando está con amigos
Sí, claro que tiene una vida aparte, pero tú también formas parte de la suya. Además, espera ansioso a recibir noticias tuyas siempre.
9. Se siente fatal cuando no puede ir a algo que es muy importante para ti
Tanto si es una cena familiar o una quedada con tus mejores amigos, tu chico se siente tremendamente mal si no puede asistir.
10. Respeta todas tus necesidades y nunca te hace sentir mal por ello
Todos necesitamos cosas diferentes en una relación, y tan solo es cuestión de trabajar juntos para complementarse. No se trata de hacer sentir mal a la otra persona por ello, sino de comprender y aceptar.
11. Incluso cuando discuten, sabes que no es el fin del mundo
Con tu ex, sabías que cualquier diminuta pelea podría significar el fin de vuestra relación. En cambio, ahora, discutís como dos personas adultas, sabiendo que, pase lo que pase, lo vuestro no acabará ahí.
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