En mala hora se le ocurrió a un joven robar ayer en la licorería La Última Parada, situada en la calle Principal del barrio Colinas de Valle Verde, en Puerto La Cruz.
El supuesto atracador no contaba con que el propietario, de 44 años, cargaba un arma para defender su vida y su propiedad.
El comerciante recibió un tiro en la muñeca izquierda, pero aún tuvo puntería para herir a Jorge Luis Salazar Martínez, quien iba a cumplir 20 años el próximo miércoles.
Funcionarios de la Policía Municipal de Sotillo (Polisotillo) trasladaron , a las 3:00 pm, al licorero y a Salazar a la emergencia del hospital Luis Razetti de Barcelona. El segundo ingresó muerto.
Los forenses le observaron a Martínez un tiro en el estómago y otro en la ingle.
En el sitio del suceso y en el anfiteatro forense se apersonaron oficiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), que comenzaron las averiguaciones del caso.
Detectives interrogaron al comerciante, quien supuestamente actuó en legítima defensa.
Al principio se dijo que Jorge Luis Salazar fue muerto en una supuesta refriega con Polisotillo, lo cual fue desmentido por las autoridades.
Malos pasos
Cerca de “la parada del dolor” del Razetti se hallaba consternado el soldador y obrero Jorge Luis Salazar Rodríguez, porque “lo que uno más quiere son sus hijos”.
El hombre mencionó que su familia habita en el sector La Sapera del caserío Vidoño.
Refirió que su hijo Jorge tenía 15 años cuando comenzó a reunirse con malos amigos y a consumir droga.
Rodríguez Salazar aseguró que él y su exesposa, el ama de casa Yeriza Mártínez, siempre aconsejaban al chico, pero no les hacía caso.
Dijo que en ocasiones Jorge Luis trabajaba con él, y cuando estaba desocupado se iba con sus amistades.
“Un amigo de Jorge me llamó por teléfono en la tarde para avisarme que lo habían matado. Mi hijo andaba en malos pasos. Yo suponía que iba a terminar así. Este dolor lo llevaré siempre”.
El Tiempo