Con el voto favorable de 56 parlamentarios, la oposición de 13 y tres abstenciones, el Senado argentino aprobó la noche del jueves 17 de marzo el proyecto de ley que fija las condiciones para el refinanciamiento de una deuda adquirida por el gobierno del expresidente Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional.
La decisión tomó casi nueve horas de debate y varios meses de negociaciones, en las que el kirchnerismo ha mostrado su desacuerdo con pactar con el FMI. Aunque ha sido un constante detractor de las políticas de endeudamiento de Macri, Fernández ha insistido en que las condiciones del acuerdo no acarrearán recortes a los planes sociales.
La aprobación otorga un alivio al país, ya que el FMI ha otorgado créditos que el país no estaba en condiciones de devolver dentro de los plazos originalmente pactados.
Quiebres en la coalición de gobierno
La vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, comenzó dirigiendo la sesión y luego de varias observaciones a los legisladores por la duración de sus intervenciones, se ausentó de la cámara, dejando la conducción del debate en manos de Claudia Ledesma, presidenta provisional del Senado.
Kirchner y el ala más radical de la coalición de gobierno se han mostrado opuestos a pactar con el FMI.
“Voto en contra de la deuda ilegítima que dejó Mauricio Macri y voto en contra del Fondo Monetario Internacional, que una vez más, como desde 1956, vuelve a imponer las condiciones para repetir los ciclos de endeudamiento, crisis social, valorización financiera y fuga de capitales”, afirmó durante su participación en el debate la senadora del Frente de Todos Nora Giménez, quien dejó en claro que “no voto en contra de mi gobierno, de mi presidente, ni de mi vicepresidenta, ni en contra del Frente al que pertenezco. Las deudas se honran, pero las estafas se denuncian, se investigan y se condenan».
El presidente Fernández reiteró el mismo jueves en un acto público que el acuerdo propuesto no conllevará a ajustes económicos: «Ajuste deberíamos haber hecho si hubiéramos caído en ‘default’, porque ahí sí no teníamos ninguna salida ni escapatoria».
Parte de la coalición de gobierno votó a favor del proyecto de ley, que fue secundado por los senadores del partido de Macri, Juntos por el Cambio, para “honrar nuestras deudas y la continuidad de Estado”, como aseguró durante su intervención el senador José María Torello.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, celebró en Twitter el acuerdo alcanzado luego de arduas negociaciones y numerosas manifestaciones de rechazo en las calles del país, algunas de ellas violentas.
Nunca un acuerdo con el FMI tuvo apoyo social y político federal de tal magnitud. Por primera vez en la historia pasó por el Congreso y logró un nivel de adhesión del 80%. También acompañaron sindicatos, el sector privado, universidades, movimientos sociales y la sociedad civil.
— Martín Guzmán (@Martin_M_Guzman) March 18, 2022
Evitar el ‘default’ sin afectar la economía: el desafío del acuerdo
De acuerdo con las condiciones de los créditos solicitados por Macri al FMI en 2018, Argentina debía comenzar su cronograma de pagos este año y concluirlo en 2024.
Sin embargo, el país corría el riesgo de entrar en cese de pagos, en medio de una crisis económica y una inflación galopante, hasta que el presidente Fernández llegó a un acuerdo con el organismo multilateral para el refinanciamiento en febrero.
Según los términos de la flexibilización de pagos, Argentina podrá honrar los compromisos pendientes para este año y 2024, y comenzar a devolver los nuevos montos dentro de cuatro años y medio.
Fuente: El Nacional
