Seis sistemas cambiarios en 12 años e inflación no cede

Seis sistemas cambiarios en 12 años e inflación no cede

En los últimos 12 años, seis sistemas cambiarios se han instaurado el país con la misión de acabar con los desequilibrios de la economía. Hoy, la moneda se cotiza 106 veces por encima de la nueva tasa vigente del Simadi (174 Bs./$) y está muy lejos de los 1,6 Bs./$ de 2003; pero con un aditivo adicional: una inflación por encima del 60%.

 

Los datos del Banco Central de Venezuela (BCV) dan cuenta que desde que se instauró una nueva era en el control de cambio, para frenar la fuga de dólares en el país y tras el paro petrolero de 2002, el índice inflacionario pasó desde 27,1% hasta un 60,1% —cifra correspondiente hasta noviembre del año pasado y sin aún conocerse el resultado final—, que se tradujo en una brecha alcista de 32 puntos.

 

El “Sprint” inflacionario también se acentuó justamente con la aparición de múltiples tasas cambiarias, porcentualmente un 72%, entre el esquema de tasa única del 2003 al 2010 y el de múltiples precios del 2010 hasta el 2014.

 

El promedio en estos últimos cinco años es de 38,2%, lejos del 22,3% ponderado en los primeros siete años de control cambiario a un precio único.

 

“En 12 años hemos visto de todo. Un solo tipo de cambio que manejaba Cadivi, luego vinieron dos tasas que posteriormente pasaron a tres con el Sitme, y después se unificaron. Posteriormente se creó un Sicad I y II para finalmente mantenerse en otras tres distintas: Cencoex, Sicad y Simadi. Todos los esfuerzos del Ejecutivo han sido para cerrar la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, además de detener la escalada de la inflación, pero los resultados ha sido bastante pobres”, resumió el economista Manuel Quintero, al hacer un recuento sobre la historia cambiaria nacional en un poca más de una década.

 

Para el economista Roger Chacín la actual política cambiaria podría alentar más la inflación, “de persistir los viejos problemas del pasado, que en si se traducen en un alta demanda de divisas y una poca oferta de dólares”.

 

“Mantener una tasa de cambio libre, sin parámetros como el Simadi —que arrancó a 170 Bs./$— y otra muy baja a 6,30, que se suma a un problema de falta de dólares, genera una mayor inflación. En 2014 se nos vendió un nuevo sistema cambiario triple como un instrumento para mejorar la competitividad de la economía, para elevar la producción nacional, bajar los precios de los productos y eso nunca sucedió. Estamos encaminados a tener una inflación en tres dígitos, porque los precios de bienes y servicios siguen por las nubes”, recalcó Chacín.

 

Según el experto “la entrega de divisas en cualquiera de las tasas es fundamental para el desarrollo del aparato productivo. Lo que se venido registrando en 10 años es múltiples tasas, pero no se asignan las divisas con rapidez, sino a través de mecanismos más engorrosos. Por eso muchos se van al ‘paralelo’ y eso es lo que distorsionado nuestra economía, además de otros problemas fiscales”.

 

Víctor Álvarez, economista e investigador del CIM, ha propuesto, en varias oportunidades, una serie de “medidas” para frenar la “hiperinflación”.

 

Él sugiere que “la inflación hay que atacarla reactivando el aparato productivo para generar una abundante oferta de bienes y servicios. Pero, el subsidio al dólar oficial se traduce en un subsidio a las importaciones, las cuales desplazan y arruinan la producción nacional. Los retrasos en la liquidación de divisas afectan el ritmo de la producción, generando desabastecimiento y escasez que de inmediato es aprovechada por quienes se dedican a las nefastas prácticas del acaparamiento, la especulación y el contrabando de extracción”.

 

Por otra parte, Asdrúbal Oliveros, el economista y director de Ecoanalítica, augura que “este año la inflación estimada supera los tres dígitos (…) dependiendo de como sea el flujo de dólares. Va a depender mucho de la cantidad que se liquide en cada mecanismo (Cencoex, Sicad o Simadi)”.

 

Sobre el nuevo sistema cambiario, específicamente con el Simadi, apuntó a que “lleva un solo día” y aún “falta mucho” para evaluar su eficacia. “El reto de ese sistema es generar credibilidad. El gobierno desde hace rato se equivoca en el sentido de querer mantener a toda costa, y con muchos costos para el país, el control de cambio. De allí hay que partir. Lo ideal es que trabajase en un esquema de desmontaje del control de cambio”.

 

El 2015 se inicia con una tasa “libre” que se regirá por la oferta y demanda, y que además permitirá que se abran nuevas opciones a los venezolanos para adquirir dólares. La misma se suma al nuevo Sicad, un sistema dirigido a los sectores productivos y donde las empresas se estrenarán para adquirir sus dólares. Sin dudas, dos mecanismos que serán claves con el resto de una seria de medidas complementarias que ya afina el Ejecutivo y que tienen como objetivo frenar la alta inflación. En 12 años la tarea aún no se cumple.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Panorama

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