Los seis millones de habitantes de Sierra Leona se encontraban el viernes confinados durante una campaña de tres días contra la epidemia de ébola, una medida drástica de las autoridades para luchar contra este virus.
Las calles de Freetown, la capital, estaban desiertas, y eran recorridas únicamente por vehículos de trabajo y de urgencias, constató el corresponsal de AFP.
“Todo el mundo parece respetar las consignas”, se congratuló en una declaración a la AFP el jefe de la policía, Francis Munu.
“El momento es excepcional y los momentos excepcionales exigen medidas excepcionales”, declaró el presidente del país, Ernest Koroma, en un mensaje radiotelevisado con motivo del lanzamiento de la campaña.
“Esta campaña de tres días no va a poner fin por sí sola a la propagación del ébola, pero si todo el mundo sigue las recomendaciones de los equipos de sensibilización, va a ayudar mucho a invertir la tendencia de crecimiento de la transmisión del virus”, agregó.
La epidemia del ébola en África occidental, la más grave de la historia de esta fiebre hemorrágica identificada en 1976, había matado hasta el 14 de septiembre al menos a 2.630 personas de las 5.357 contagiadas, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Liberia, el país más afectado con 1.459 muertos y 2.720 casos, la voluntaria francesa de Médicos Sin Fronteras (MSF) infectada con el virus llegó en la noche de este jueves a Francia.
En Guinea, siete responsables locales y periodistas guineanos que realizaban una campaña de información en el sur del país, la región más afectada, fueron encontrados muertos tras haber sido blanco de la ira de la población de Womé, en su mayoría prófuga por miedo a la epidemia.
A menudo, la población arremete contra el personal médico y contra los funcionarios que tratan de explicar lo que deben hacer para protegerse del virus.
El viernes, el recibimiento era más bien favorable, constató el corresponsal de la AFP, que siguió a varios equipos.
“Nosotros estábamos confundidos porque había muchos mensajes contradictorios en el barrio sobre esta campaña, pero ahora vemos que es algo bueno”, declaró Sammy Jones, un habitante de Regent, en el oeste de Fretown, después de pedir a su esposa y sus tres hijos que salieran para escuchar al jefe del equipo.
La Patilla