Aunque en lo que va de año en la zona de los Altos Mirandinos, solo se ha contabilizado cinco denuncias por secuestros «virtuales», las cifras negras dan cuenta que al menos 20 casos mensuales se producen en la subregión.
La información fue suministrada por el comisario Argenis Guillén, asesor de seguridad y exdirector de Polisalias, quien agregó que no se han registrado detenciones por este tipo de delito porque quienes se encargan de cometerlos, se dan a la tarea de bloquear a través de un dispositivo los teléfonos para evitar que las llamadas sean radiadas por los cuerpos de seguridad.
Refirió que las víctimas potencialmente son comerciantes y empresarios de Carrizal y San Antonio de los Altos y en un menor grado del municipio Guaicaipuro. Ellos reciben una llamada telefónica y les dicen que tienen cautivo a un familiar que se encuentra en la misma jurisdicción y que deben depositar una cantidad determinada de dinero por concepto de rescate.
«En medio de los nervios los contactados optan por depositar el monto exigido en un número de cuenta que le indican los delincuentes o en algún lugar. En vista de que supuestamente la persona que tienen cautiva está incomunicada gracias al dispositivo que usan, los allegados hacen la transacción. El secuestro como tal nunca se ejecuta. Es una forma fácil de ganar dinero, sin necesidad de armar una logística para practicar un plagio».
Quienes cometen este tipo de delito son pequeñas bandas que cuentan con informantes, en su mayoría son trabajadores de los comercios o empresas que tienen los números telefónicos de los dueños. También usan las redes sociales para ubicarlos.
Agregó el experto en seguridad que de cada 10 llamadas que hacen los antisociales, al menos siete personas caen en la trampa. De ahí la necesidad de denunciar este tipo de delito.
Fuente EU
