La prolongada sequía cambiaria amenaza con liquidar los negocios basados en la importación. «En este momento el sector está atravesando una crisis sin precedentes», afirmó Carlos Masiá, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes y Distribuidores de Electrodomésticos (Anafade).
Las alarmas se han encendido ya que ninguna de las 24 empresas agremiadas en Anafade ha importado nueva mercancía en lo que va de año.
«Durante todo el año 2013 ninguna empresa ha recibido Certificados de No Producción (CNP) para producto terminado y no hemos sido incluidos en ninguna de las subastas del Sicad», resumió el directivo.
Cuando a una empresa se le niega el CNP, se le quita también la posibilidad de acudir a la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) a solicitar los dólares, ya que uno de los recaudos que debe mostrar en esa instancia es el CNP aprobado por el ministerio con competencia en el área.
La imposibilidad de obtener las divisas para importar los productos ha provocado una caída en los inventarios y, en consecuencia, una disminución en la cantidad y variedad de productos para ofertar.
«Esta situación nos coloca en un panorama muy crítico en los próximos meses, especialmente en diciembre. Ya hay claras señales de escasez en cuanto a marcas y modelos, pero empezaremos a ver escasez de productos», aseguró Masiá.
La denuncia es relevante si se toma en cuenta que las 24 compañías agrupadas en Anafade comercializan unas 40 marcas y tienen un 80% de participación en el mercado nacional.
Aunque las compañías estarían dispuestas a participar en una subasta del Sicad, esos productos se verían en las tiendas el próximo año. «Los pedidos se han debido colocar en julio, buena parte de las importaciones viene de China».
La deuda
Otra de las dificultades del sector es la deuda que aún acumulan con sus proveedores debido a los retrasos de Cadivi para autorizar la liquidación de esos dólares.
Los datos de Anafade indican que las empresas deben alrededor de 160 millones de dólares. De ese total, un 50% tiene entre 120 y 360 días de retraso de parte de Cadivi. «Lamentablemente vemos que pasa el tiempo y no se solventa la situación», precisó el presidente de Anafade.
Agregó que la conjunción de la deuda con los proveedores y la imposibilidad de traer nueva mercancía pueden provocar el cierre de compañías. «Si no hay un panorama más claro hay muchas empresas que para el año que viene pudieran estar cerrando, es insostenible».
Fuente: El Universal