Todo no es fama y dinero. El cantante panameño Sech soltó la lengua sobre su niñez y reveló que tuvo que cantar en el coro de una iglesia, tocar más de cinco instrumentos y hasta ser albañil para luego convertirse en uno de los reguetoneros del momento. ¡Ejemplo de constancia y dedicación!
«Yo me fui de mi hogar a trabajar en construcción no (fue) que mis padres no me apoyaron, fue una decisión mía. Quería ser cantante, hasta vendí batidos y creí en mi sueño hasta el final de los días. Sentía que sí podía y siempre veía una imagen de dos personas golpeando una roca y el que se rendía estaba apunto de lograrlo y siempre pensé: ‘quién quita que mañana pegue’. Siempre confié en Dios», contó el cantante.
Además aprovechó para asegurar que estuvo a punto de soltar todo: «Mis inicios fueron difíciles desde Panamá. En un momento pensé en rendirme. Hice mir primera canción con Justin Quiles. Después de eso le di full y seguimos trabajando».
Sech se siente agradecido con Dios por el público que ha logrado mover, y continúa creyendo que «el trabajo que se está haciendo se está dando a notar».
Para finalizar, dejó claro que este género musical que ahora interpreta, comenzó en Panamá: «Se empezó haciendo reggae en español. La gente de Puerto Rico lo comercializó y lo llevó a otro nivel. Es una raíz que viene de sangre y sin la raíz creo que el árbol no crece bien. En Panamá comenzó todo«.
RR