Sebastiana Barráez desenmascara la hipócrita defensa que el régimen da a la mujer

Sebastiana Barráez desenmascara la hipócrita defensa que el régimen da a la mujer

“En el caso de Venezuela, resulta hipócrita el hecho de que se pretenda enarbolar como un logro de la mujer el hecho de que el Consejo Nacional electoral haya dicho que el 40 % de los postulados debe ser mujeres. Las mujeres, más que curules, necesitamos ser tratadas con dignidad y necesitamos que aquellos espacios sean conquistados por talento y por capacidades que tengamos”.

 

 

Así lo estima la periodista de investigación Sebastiana Barráez, autora de diversos reportajes sobre el estamento militar del país y las corruptelas que se suscitan en diversas instancias del Estado, y quien tiene claro que “en Venezuela se ha demostrado, con perdón de los caballeros, que este país lo sacan las mujeres adelante, como madres, como profesionales”.

 

 

Criterio partidista del PSUV por encima de reivindicación al género

 

 

Barráez cuestiona que las mujeres sean usadas como un símbolo político partidista: “El extinto presidente Hugo Chávez llegó en un momento a darle espacio a las mujeres, cosa que no podemos desconocer. Llegamos a tener cargos importantes del país ocupados por mujeres. Ahora, ¿demostraron las mujeres en esos cargos, todo el talento, toda la capacidad que podían demostrar y que deben demostrar las mujeres y que han demostrado en otros cargos? No, y la razón es que ellas no fueron nombradas en esos cargos por capacidad y talento, sino que fueron designadas como un símbolo del partido, sencillamente para decir que el partido de Gobierno tenía mujeres ocupando cargos importantes”.

 

 

“Nos encontramos con que mujeres como por ejemplo, la anterior Defensora del Pueblo, no defendía a nadie en este país, ni si quiera a las propias mujeres, vituperadas, violentadas, amenazadas, acorraladas. Un país que estaba siendo conducido por mujeres, con cargos claves en manos de mujeres, no presentó cambio alguno en el nivel, estatus de la calidad de vida de las mujeres en Venezuela”, asevera la periodista de investigación.

 

 

De aliada a marginada

 

 

La columnista de El Nacional refiere, como ejemplo de irrespeto a la condición de mujer, lo vivido por María Gabriela Valera de Maldonado, quien por dos años fungió como secretaria general de Gobierno en el estado Táchira, bajo la conducción de José Gregorio Vielma Mora: “A ella, además la mostraron antes como un ejemplo, como un símbolo de lucha. Fue una mujer incluso bastante encarnizada con la oposición. Esa mujer fue tratada ahora de la peor manera, precisamente por sectores de su partido. Yo no dudo que María Gabriela siga siendo chavista, a mí no me cabe duda de eso.  Ella cometió el ‘pecado’, entre comillas, de aspirar a ser candidata a un circuito del estado Táchira, contra la voluntad del Gobernador, quien había venido presionando para que sea su esposa, Carla de Vielma, quien sea candidata por lista en el estado Táchira”.

 

 

“¿Qué es lo trascendente en el caso de María Gabriela?, que se le vino todo el poder regional encima. La tildaron de delincuente, incluso desde el propio correo electrónico de la esposa del gobernador del Estado la acusaban de traidora. Resulta que después de que esta joven fue 2 años secretaria general de Gobierno, Vielma Mora descubrió, dice él, que María Gabriela Valera de Maldonado había firmado contra Chávez en la solicitud del referéndum. ¿Vielma Mora es tan inocente que no supo a quién metió en su gabinete en el cargo más importante después del suyo?”, indica la periodista.

 

 

“Nadie dice que las mujeres no puedan ser señaladas, pero no se puede acudir a un argumento tan miserable, tan bajo, como el hecho de atacar a una mujer por el hecho de ser mujer y en las cosas que le son más sensibles”, sentencia Barráez.

 

 

PSUV ha entendido a la mujer como extensión del poder del hombre

 

 

Como ejemplo de hipocresía oficialista en la defensa de igualdad de género, la articulista refiere el caso de candidatas a diputadas por el PSUV, bajo la égida del cónyuge: “No solamente el caso de la esposa del Gobernador de Vargas, Jorge García Carneiro, quien de la noche a la mañana resultó ser una lideresa y la postulan para diputada a la Asamblea Nacional, dejando de lado a la ministra de la Mujer, Gladys Requena. Igual sucede con el caso de la esposa del gobernador del estado Nueva Esparta, Carlos Mata Figueroa. Se ha hecho un vicio peligroso en este país el problema de los hombres querer postular a las mujeres para mantenerse en el poder”.

 

 

“Lo que hizo el entonces gobernador del estado Falcón, cuando postula a su esposa para ser gobernadora, y él se postula para ser diputado y postula a un hijo suyo para ser presidente del Consejo Municipal de la capital de Falcón. Es vil usar a las mujeres como extensión del poder de los hombres, porque si nosotros estamos reclamando espacios propios de las mujeres, no vale, no sirve y no se puede aceptar que sea un grupo de hombres que estén postulando a sus mujeres, inclusive a sus queridas, para mantenerse en puestos de poder”, concluye la periodista.

 

Nota de Prensa 

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