Sí, se podría ser adicto al sol –al menos, así lo sugirió un estudio publicado en la revistaCell–. Aunque lo cierto es que no todos los científicos están de acuerdo en etiquetar a la dependencia al sol como una “adicción”…
El estudio iluminador
Para comprobar el efecto de la radiación UV sobre un organismo vivo, se acudió a un grupo de ratoncitos. A ellos, se les afeitó el lomo y se los expuso a una radiación equivalente a estar media hora bajo el sol de Florida, al mediodía. Este procedimiento se repitió durante 6 semanas.
¿El resultado? Los cuerpecitos de los ratones no solo produjeron mayores cantidades de melanina, el pigmento cutáneo que nos hace ver más bronceados; también, en ellos se desató una producción superior de endorfinas, que representan los “químicos del bienestar”. He aquí un punto común entre tomar sol y consumir drogas como la heroína y la morfina.
La polémica
Más allá de este punto en común entre esos dos hábitos, muchos científicos sostienen que tildar de “adicción” la práctica de tomar sol es demasiado. En este sentido, sería muy poco probable que una persona dejara a su familia o perdiera su trabajo para tener “acceso al sol”, como lo expresa David Belin de la Universidad de Cambridge.
Ahora bien, independientemente de esta discusión terminológica, todos sabemos que abusar del sol no es recomendable. Por tanto, no te dejes manejar por las modas –tarde o temprano, el bronceado dejará de ser lo deseable–. La salud es lo primero.
Fuente: iMujer
