Dirigirse a un establecimiento para adquirir una refacción para el vehículo ha pasado de ser una acción rutinaria a una verdadera pesadilla. Tal es el caso de las baterías y cauchos que, en el territorio insular, con un parque automotor cada día en aumento, ha generado malestar en los pobladores debido a los largos periodos de tiempo que deben dedicar para acceder al producto necesitado.
En un día promedio, las personas que residen en la isla de Margarita y poseen automóvil propio deben sortear diferentes inconvenientes para poder encontrar, facturar y cambiar un elemento tan sencillo como una batería. Horas bajo el sol y colas interminables son solo algunos de los factores que reseñaron varios usuarios al ser consultados sobre este problema, cuando se encontraban en algunos establecimientos del ramo.
Así lo explica Yoli Aguilera, quien se mostró un poco preocupada por la situación. La mujer, visiblemente cansada, comentó cómo debió emprender una serie de guardias en conjunto con varios miembros de su familia, entre estos su hijo, para poder mantener el vehículo en cola. «Yo estoy aquí desde las 7:00p.m.,día de ayer, las familias debemos venir a realizar guardias por horas para poder adquirir estas cosas, pues necesitamos el carro funcionando para trasladarnos dentro de la Isla».
También manifestó su molestia por la presencia de efectivos de cuerpos de seguridad que, según su punto de vista, llegan a la hora que quieren y pueden comprar sin hacer la respectiva cola, «Esto es un desastre, llegan todo tipo de personas, las dejan pasar y nosotros sí debemos esperar horas y más horas para obtener nuestra batería».
Consumidores esperan que la situación se normalice un poco en los próximos días, pues afecta la calidad de vida del margariteño y genera malestar a la población.
Víctor Orozco
SOL DE MARGARITA
