Foto: Jordi Vinyals, debutante en el banquillo del Barça B /Claudio Chaves – MD
Ni la fortuna ni el colegiado ayudaron al Barça B el sábado en su partido frente al Mallorca (2-4). Y ayer tampoco lo hicieron los resultados de los rivales más directos en la lucha por mantener la categoría.
El Tenerife arrancó un punto en el derbi canario ante el líder Las Palmas (1-1), el Recre superó al Racing (1-0) en el duelo entre penúltimo y antepenúltimo y, en el partido más relevante para el filial, el Albacete ganó a la Ponferradina (2-1) y situó a los azulgrana en zona de descenso (19º) por vez primera en toda la temporada.
Más intensidad que juego
Los responsables deportivos, Jordi Roura, Pere Gratacós y Aureli Altimira, andan preocupados. Aunque entienden que la principal carencia es de confianza y que una victoria relanzará el filial en su objetivo de escalar posiciones, la realidad es que el cambio en el banquillo no ha mejorado los números.
Al contrario, los ha empeorado: Eusebio ganó dos de sus últimos cuatro encuentros, mientras Vinyals aún no conoce el triunfo y solo ha sumado un punto de nueve (empate ante Alavés y derrotas contra Llagostera y Mallorca). El filial ha progresado en intensidad, pero ha retrocedido en fútbol.
Actitud lamentable
En la directiva y la secretaría técnica también hay un gran malestar con el vestuario. Son muchos y diversos los capítulos de indisciplina que los jóvenes futbolistas del Barça B han protagonizado esta temporada, el último la pelea entre Dongou y Maxi Rolón en el entrenamiento del pasado jueves y por la que se cayeron de la lista contra el Mallorca. No fue la primera pero sí debe ser la última.
Fuente: Mundodeportivo.com
