Fue un importante poeta venezolano, miembro de la “Generación del 28” y fundador del Partido Acción Democrática (AD). Además de cuentista, dramaturgo, periodista, biógrafo, ensayista e insigne orador. Obtuvo inmuerables galardones por sus obras literarias alcanzando el éxito tanto dentro de sus fronteras como afuera.
Ejerció como funcionario público durante el gobierno de López Contreras, fue diputado y posteriormente presidente de la Asamblea Constituyente de 1946, en la cual se destacó por sus famosos discursos. Ejerció también el ministerio de Relaciones Exteriores durante el Gobierno de Gallegos.
Desde muy joven mostró un gran talento literario, el cual fue reconocido en diversos concursos. En este sentido, uno de sus primeros poemas “La espiga y el arado”, fue premiado en los Juegos Florales de Ciudad Bolívar en 1916.
Asimismo, publicó su primer libro “Tierras que me oyeron”. En 1923 recibió el primer premio en concurso promovido por la Real Academia Española de la Lengua, en la ciudad de Santander, España, a la cual concurrió con su “Canto a España”, lo que le da notoriedad internacional. Lo nombrado miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y posteriormente viajó a Cuba donde se reunió con exiliados venezolanos e intelectuales cubanos.
Para el año 1928, formó parte del grupo de estudiantes universitarios que se alzaron en contra de la dictadura del general Juan Vicente Gómez. Por tal motivo, estuvo recluido en la prisión de La Rotunda, de donde lo pasaron al castillo Libertador de Puerto Cabello.
Durante el tiempo que estuvo encarcelado, dio muestras de una gran fortaleza física y moral, ya que pese a tener pesados grillos en los pies, siguió produciendo originales escritos que luego sus hermanas se encargaban de pasar en limpio.
Mediante el lapso que estuvo prisionero en las cárceles gomecistas, estableció contacto con los campesinos y obreros analfabetas llevados a estas prisiones por el régimen de Gómez; los cuales inspiraron algunas de sus obras: “Barco de Piedra”, “Malvina Recobrada”, “Abigail” y “Baedecker”.
En estos libros Eloy Blanco empleó un tratamiento de la realidad que él mismo denominó como “colombismo”, y que derivaba de una actitud descubridora del poeta en contacto con la realidad americana.
Andrés Eloy Blanco era un gran orador, acaso uno de los mejores que ha tenido Venezuela en el siglo XX. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 2 de julio de 1981.