El ex piloto alemán Michael Schumacher sigue dormido dos meses y medio después del accidente de esquí que lo dejó en coma.
«Aún no despertó», dijo hoy a RTL Sabine Kehm, manager del heptacampeón mundial de la Fórmula 1, a cuya memoria dedicó hoy Dieter Zetsche, jefe de Daimler-Benz, el triunfo de Mercedes en el Gran Premio de Australia.
A diez años del cuarto y último triunfo de Schumacher en el circuito semiurbano de Albert Park, los pensamientos de muchos en la apertura de la temporada estuvieron puestos hoy en él.
El alemán Sebastian Vettel corrió con las iniciales «MS» grabadas en su casco, y lo mismo hizo el brasileño Felipe Massa, que fue compañero de Schumacher en Ferrari.
«No importa cuán veloz sea tu auto, no debemos olvidarnos de las cosas importantes en la vida. Un buen amigo mío lucha, muy lejos de nosotros, por su vida. Debemos rezar cada día para que Michael despierte», dijo Massa en una entrevista publicada por el diario alemán «Welt am Sonntag».
Williams, actual equipo de Massa, corrió con la caligrafía del logo de Schumacher en sus autos. Según Kehm, el interés mundial desde el accidente del 29 de diciembre ayuda mucho a Corinna, esposa del ex piloto, y a sus hijos.
«Hace bien cuando se comprueba que tanta gente te envía tantos buenos deseos y energía positiva». Kehm destacó que Schumacher no esquiaba a velocidad excesiva cuando se cayó y golpeó la cabeza contra una piedra en la estación francesa de Meribel.
«El problema es que es muy difícil de comprender que un hombre que durante 20 años corrió en la Fórmula 1 y estuvo en tantas situaciones límite se haya accidentado tan gravemente en una situación increiblemente banal como un descenso sencillo en una pista de esquí relativamente fácil», complementó.
Pese a que llevaba casco, Schumacher sufrió un severo trauma cerebral debido al golpe. El siete veces campeón mundial fue operado de urgencia ese mismo 29 de diciembre en la clínica universitaria de Grenoble, donde permanece desde entonces en coma inducido.
El proceso para despertar a Schumacher comenzó a fines de enero. «Estamos a la espera, claro, pero también aprendimos a aceptar que puede durar mucho. Eso está bien para nosotros», aseguró Kehm, que definió como «increiblemente fuertes» a los parientes y amigos de Schumacher.
Agencias