El estado de Sao Paulo, el más populoso de Brasil, que a finales del año pasado vivió una ola de violencia, se considera «preparado» en materia de seguridad pública para recibir el Mundial de Fútbol de 2014, afirmó hoy una fuente oficial.
«Sao Paulo está preparado y tiene experiencia en grandes eventos, pero estamos reforzando todo eso mediante el trabajo conjunto con el Gobierno federal», dijo en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros el secretario regional de Seguridad Pública, Fernando Grella Vieira.
En ese sentido, el secretario citó la celebración del Año Nuevo en la Avenida Paulista, el Gran Premio de Brasil de Fórmula Uno, la Parada Gay, la Virada Cultural y las multitudinarias marchas religiosas, que siempre reúnen a miles de personas en la ciudad y se celebran sin incidentes.
«Eventos como el Año Nuevo o la Parada Gay llevan a las calles unos dos millones de personas cada uno y por eso Sao Paulo está preparado con el personal y los equipos suficientes para un evento como el Mundial», apuntó Grella Vieira.
Para el secretario, la constante participación de los equipos de fútbol de la ciudad en torneos internacionales como la Copa Libertadores o la Sudamericana también la ha dado «más experiencia» a los organismos de seguridad para resolver asuntos referentes a la movilización internacional de hinchas.
El funcionario indicó que para la realización del Mundial, que se jugará del 12 de junio al 13 de julio de 2014, Sao Paulo tendrá un «comando de control central», integrado por las policías Federal, Civil, Militarizada y de Carreteras, apoyadas por el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
Grella Vieira indicó que el asunto de la seguridad «es un problema de todas las esferas y todos somos responsables, incluso todos los ciudadanos».
La ciudad de Sao Paulo, capital del estado homónimo, registró en 2012 un total de 1.497 homicidios, cifra que se intensificó en los últimos meses del año por una ola de ataques en los que murieron más de un centenar de policías, la mayoría fuera de servicio.
Esa situación obligó a las autoridades a tomar medidas como la instalación de un centro de inteligencia, con participación de representantes de todas las fuerzas del orden, y al traslado de algunos cabecillas del crimen organizado que están presos a cárceles federales.
«Podemos mejorar todavía más con esa estructura de articulación y con la mayor preparación de nuestros agentes en sus entrenamientos», apuntó.
Sobre los miembros de la Policía que fueron acusados de formar parte de escuadrones de ejecución responsables por matanzas en varios barrios, Grella Vieira admitió que existen en las fuerzas de seguridad «algunos desvíos, pero el Gobierno no es tolerante de ningún modo a eso».
«No hay incompatibilidad entre la política de seguridad pública y los derechos humanos, por eso estamos investigando y aplicaremos todas las medidas necesarias», resaltó. // IPP
Fuente: Agencias