«Salió como un buen militar, salió con el honor militar», afirmó el presidente colombiano. El uniformado estuvo dos semanas en poder de las FARC y su captura provocó la peor crisis en la negociación de paz
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aceptó la solicitud de baja del Ejército presentada por el generalRubén Darío Alzate, que estuvo secuestrado 14 días por las FARC, y dijo que el oficial «se retiró como un buen militar».
Santos se refirió al caso del general en un acto conmemorativo de los 35 años del programa matinal «6 AM Hoy por Hoy» de Caracol Radio en Bogotá.
«El general Alzate salió como un buen militar, salió con el honor militar», afirmó el mandatario, quien había dicho en su programa semanal Agenda Colombia que esperaba que el oficial diera en el transcurso del día «una explicación al país» sobre la circunstancias de su secuestro, acción de las FARC que llevó al mandatario a suspender los diálogos de paz en Cuba.
Anoche, en su primera comparecencia ante la prensa, Alzate, liberado el domingo por las FARC junto con sus compañeros de cautiverio, el cabo Jorge Rodríguez, y la abogada Gloria Urrego, anunció su decisión de pasar a retiro del Ejército.
«Por mi honor militar como primera virtud del soldado que he respetado sirviendo por más de 33 años de entrega y desprendimiento a nuestra patria, y por el amor y respeto a nuestra institución militar que por este hecho se ha visto afectada, he solicitado al Gobierno Nacional mi retiro del servicio activo», dijo el oficial en una declaración leída en el Hospital Militar Central de Bogotá.
SANTOS AUTORIZÓ EL REGRESO A LA HABANA DE PARTE DE SU EQUIPO NEGOCIADOR CON LAS FARC
Alzate explicó que su secuestro el 16 de noviembre en el remoto caserío de Las Mercedes, en el departamento del Chocó (oeste), se produjo cuando hacía, de civil y desarmado, una «aproximación» a la comunidad como parte de un programa de desarrollo económico de la zona.
«Procedí a visitar el corregimiento de Las Mercedes adoptando unas medidas de seguridad que incluían desinformación de mi ruta y destino final, el no acompañamiento de mi anillo de seguridad y el manejo de un bajo perfil, razón por la que iba vestido de civil y sin armamento», explicó.
Tras la liberación del general, el cabo y la abogada, Santos autorizó el regreso a La Habana de parte de su equipo negociador con las FARC para dos días de reuniones en las que analizarán el proceso y la manera de retomar los diálogos iniciados en noviembre de 2012.
Vestido de traje y corbata y rodeado de un discreto esquema de seguridad, el presidente de Colombia Juan Manuel Santos llegó a la céntrica estación Bicentenario del Transmilenio, un sistema de autobuses articulados que circulan por carriles exclusivos, que es el más utilizado en Bogotá, una ciudad sin metro y con grandes problemas de tráfico.
Fuente: Agencia
