Deivis Antonio Coello Berrios, quien asesinó a golpes a su hijo David, confesó en la policía su adoración por Satanás y que mató al menor de sus descendientes para ofrecérselo a los espíritus.
“No me importa que me pongan preso, porque los muertos están conmigo”, repetía Coello, mientras los detectives lo detenían en las adyacencias del Materno de Cuatricentenario, reseña el diario La Nación.
Los investigadores explicaron que Deivis practica el “palerismo”, una rama de la santería, desde hace tres años.
“Trabaja con los muertos”. Este hombre viajaba sin decir a dónde y dejaba solos a sus hijos de nueve y 12 años en la pieza de ladrillos y techo de latas, en la calle 89M del barrio Sol de Maracaibo.
Coello, quien está a la orden de la Fiscalía Séptima del Ministerio Público, golpeó a su hijo David con cables y palos, el pasado domingo a las 5.00 de la tarde.
El estudiante de tercer grado agonizó durante ocho días. El pasado lunes, a la 1:00 de la madrugada, el cuerpo de David colapsó.
Su padre y un vecino lo trasladaron en una motocicleta hasta la emergencia del Materno de Cuatricentenio, donde murió 20 minutos más tarde.
El reporte médico explicó que llegó deshidratado y con un cuadro severo de desnutrición. Tenía hematomas en la espalda y el abdomen.
La hermana de la víctima, permanece en un refugio para niños desamparados, por orden de una juez, hasta que se determine que familiar se pueda responsabilizar por el bienestar de ella.
David y su hermana de 12 años, residían con su padre desde hace tres años cuando su madre se mudó a Ciudad Bolívar.
“Su mamá también los maltrataba. Esos niños preferían dormir dentro de carros viejos y abandonados que estar con ellos”, comentó una vecina.
Tras la separación Deivis conoció a Neilibeth, con quien formó una nueva familia y tuvo dos hijos más, uno de ellos, de nombre Joel Jesús Coello Alvarino, de cinco meses, el cual se electrocutó con un ventilador en marzo de 2012.
