Las sanciones del Departamento del Tesoro estadounidense han hecho retroceder a dos tanqueros que navegaban hacia Venezuela para cargar crudo en sus puertos y otras tres embarcaciones se han alejado de aguas venezolanas desde el fin de semana, según datos navieros y fuentes de la industria.
Según informaron funcionarios estadounidenses a Reuters la semana pasada, Washington está considerando imponer sanciones a barcos que hayan exportado petróleo venezolano, lo que constituye la más reciente medida de ese gobierno por eliminar lo que considera un salvavidas para Nicolás Maduro.
Rondas previas de sanciones han derribado las exportaciones petroleras venezolanas a su nivel más bajo en 17 años, pero castigos aún más estrictos podrían empeorar los problemas de PDVSA para exportar su petróleo, luego de que los despachos cayeran a apenas 452,000 barriles por día (bpd) el mes pasado.
Al respecto, el Canciller de la República, Jorge Arreaza, manifestó este martes que el gobierno de Estados Unidos «pretende evitar la solvencia económica de la nación» y recalcó que las sanciones «son pruebas fehacientes de la agresión a la que es sometido el país, evitando la venta del petróleo a países del mundo, lo que generaría ingresos para la compra de alimentos, medicamentos e insumos de primera necesidad».
«Más pruebas concretas de la agresión criminal de Washington. Atacan el corazón de la economía venezolana para impedir que el país perciba ingresos para importar alimentos», escribió el Canciller a través de Twitter.
El martes pasado, Estados Unidos sancionó a cuatro navieras por transportar petróleo de Venezuela y designó a cuatro embarcaciones involucradas como «propiedad bloqueada». Tres de las navieras sancionadas, Afranav Maritime, Adamant Maritime, Sanibel Shiptrade, están registradas en las islas Marshall y la cuarta, Seacomer, tiene sede en Grecia.
El buque Seadancer con bandera de Malta, operado por la firma griega Thenamaris Ships Management y fletado por Tipco Asphalt de Tailandia, regresó a Gibraltar tras esperar por una semana en el Atlántico, según datos de monitorización de embarcaciones de Refinitiv Eikon.
Tipco Asphalt dijo a Reuters el martes que la compañía suspendió su plan de usar el tanquero.
El Seadancer iba en ruta a una zona de trasbordo cercana a la refinería venezolana de Amuay, en la costa occidental del país, para cargar alrededor de 1 millón de barriles de crudo Boscán con destino a la refinería Kemaman de Malasia, operada por Tipco, según Eikon y cronogramas de exportación de PDVSA.
Tipco tiene un contrato de suministro de crudo a largo plazo con PDVSA que no se ha visto afectado por las sanciones.
Un segundo petrolero con bandera de Malta esperado en Venezuela, el Novo, hizo un giro en U esta semana en el Mar Caribe antes de apagar su señal satelital. La embarcación tenía programado transportar 1 millón de barriles de crudo Hamaca este mes a Singapur.
El contrato de fletamento del Novo también fue suspendido en días recientes, dijeron dos fuentes de PDVSA. El tanquero es operado por Dynacom Tankers Management Ltd, que también maneja el Chios I, sancionado por Washington la semana pasada.
Algunos operadores navieros han comenzado a desviar tanqueros que iban a Venezuela para evitar el riesgo de incurrir en sanciones que harían más difícil la contratación de esos barcos por parte de otros clientes.
A medida que se corrió la voz sobre la posibilidad de más sanciones marítimas relacionados con Venezuela, al menos otros tres grandes cargueros de petróleo (VLCC, por sus siglas en inglés) -Boston, Commodore y Respect- salieron de aguas venezolanas durante el fin de semana para anclarse en el Caribe Oriental, según mostraron los datos de Refinitiv Eikon.