Muchas profesiones tienen ciertos requerimientos, y esto varía de acuerdo al país en el que se ejerzan, pero el caso específico de Corea del Sur es particular… Conoce la curiosa historia de por qué los masajistas en Corea del Sur deben ser ciegos…
La profesión de masajista tiene un aumento de su demanda a nivel mundial, pero en Corea del Sur es aún más pronunciada. En la última década, no se ha podido cubrir la necesidad del mercado de los masajes, y esto llevó a muchos surcoreanos interesarse por este oficio.
La realidad de los masajistas en Corea del Sur
El principal problema es que el requisito que se necesita en este país para ser masajista no es un conocimiento anatómico o habilidad con las manos; sino que es necesario ser ciego o tener problemas de la vista.
Esta ley tiene más de 100 años en vigencia, desde que el ejército japonés invadió la península de Corea en 1913; y, a pesar de ser anulada por los representantes americanos en Corea tras la Segunda Guerra Mundial, la normativa ha sido ratificada en muchas ocasiones desde 1963.
La razón para, después de tanto tiempo, seguir manteniendo vigente esta exigencia es que de esta forma el Gobierno surcoreano garantiza un oficio que les permita subsistir de manera independiente. La principal consecuencia de esta ley es el surgimiento de un gran número de masajistas clandestinos y sin certificado.
El número de masajistas ilegales supera, por mucho, al de los profesionales certificados en Corea del Sur. Se estima que solo hay alrededor de 7 mil masajistas aprobados por el Gobierno; mientras que el número de trabajadores ilegales en esta profesión supera los 12 mil.
Contradicciones constitucionales
Los más de 12 mil masajistas clandestinos que trabajan en Corea están, según las leyes del país, cometiendo un crimen. Pueden llegar a ser sancionados con multas que alcanzan los 4.500 dólares americanos, y pasar hasta tres años en prisión.
Ante tales condiciones, muchos masajistas han intentado en varias oportunidades cambiar la ley en un Tribunal Constitucional. El principal argumento a favor de los que piden una anulación a la ley es que la constitución surcoreana establece que todos los ciudadanos tienen derecho a escoger su profesión sin que el Estado intervenga.
La última vez que la ley fue revisada y reafirmada fue en el año 2018.
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