Es posible que tu pareja y tú ya tengan una rutina a prueba de errores para excitarse antes de entrar a lo bueno, pero como sabrán, la monotonía nunca será buena durante mucho tiempo y con el paso de los años se vuelve súper aburrida
1. Déjate ir: Olvídate del trabajo o del chisme en la oficina y tranquilízate. Si tu mente no está en las sensaciones del juego previo, simplemente no llegarás al clímax nunca. Concéntrate en tu cuerpo, el suyo, las sensaciones, las caricias, los besos y en lo bien que se siente la cercanía entre pareja. Si tu cerebro no coopera, será mejor que lo dejes para otro día.
2. No esperes a que él lo sepa todo: Tu cuerpo no viene con un instructivo, y no es justo de tu parte asumir que tu pareja debería saberlo todo para satisfacerte. En lugar de esperar pacientemente a que entre en razón, dale un par de tips para que finalmente sepa lo que necesitas. Si no quieres ser completamente directa, por lo menos dile lo qué te gusta.
3. Experimenta: Si ya sabes cómo es el juego previo entre ustedes, seguramente te aburrirás después de un par de años. ¿La solución? Haz algo diferente. En Eme encontrarás un sinfín de ideas para disfrutar de prácticas o técnicas nuevas y excitantes, ¿qué te detiene a darles una oportunidad?
4. No lleves un orden: Todas sabemos que el sexo tiene etapas, pero ¿desde cuándo seguir las reglas es sexy? Pensar que el juego previo siempre sucede antes del sexo puede volverlo una obligación. En lugar de eso, agrégale variedad al menú e intenta algo diferente. Por ejemplo, si van por un rapidito, es obvio que el juego previo estará fuera de los planes, pero eso no quiere decir que no puedan hacerlo una vez que lleguen a casa.
5. Piensa que es el evento principal: El juego previo puede suceder en cualquier lado, a toda hora y puede involucrar penetración y hasta cosas más excitantes. ¿Quién dijo que el juego previo solamente es el previo del sexo? Ponle un poco del sabor al juego y hazlo el evento principal de la velada.
6. Tócate… Tócate mucho: La masturbación regular te ayudará a estar lista y excitada antes, durante y después del sexo. Si no tienes la costumbre de tocarte, tu pareja no podrá hacerlo bien nunca, porque ni siquiera tú sabrás lo que te gusta. Sí, tenemos que recalcar enormemente este punto porque es importante que le dejes de tener pena al tema de la masturbación. Es tu cuerpo y también merece atención de tu parte.
Por Andrea Bouchot
Eme de Mujer