El viceprimer ministro de Rusia Alexandr Novak, encargado de las negociaciones de su país en la alianza OPEP+, no espera nuevas decisiones en la próxima reunión ministerial de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios el próximo 4 de junio.
«Será la primera reunión presencial en seis meses. Estamos esperando, como es habitual, una valoración de la situación en el mercado. Pero no creo que haya nuevas medidas, porque hace apenas un mes se tomaron ciertas decisiones con respecto a la reducción voluntaria de la producción por parte de algunos países debido al lento ritmo de recuperación de la economía mundial», dijo en una entrevista al diario Izvestia.
Novak recalcó que, si se suma el total de reducciones anunciadas por Rusia, Arabia Saudí, Irak, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y otros países, se retirarán del mercado 1,6 millones de barriles al día adicionales en mayo.
«Nuestra tarea ahora es monitorear la situación en el mercado y responder con prontitud», señaló el viceprimer ministro ruso.
Novak también sostuvo que el precio del petróleo de referencia en Europa, el Brent, puede superar a finales de año ligeramente los 80 dólares por barril debido al aumento de la demanda en el verano y la reducción de la protección de crudo de la alianza OPEP+.
«Es difícil de predecir. Creo que el precio será ligeramente superior a los 80 dólares por barril y espero que en verano la demanda siga creciendo. Porque el periodo estival hay más consumo en los sectores del transporte, el tráfico aéreo y la agricultura», afirmó.
Explicó que la reducción de la producción «también debería tener un efecto».
Novak afirmó que los precios actuales del Brent, que se encuentran en la banda de 75 y 76 dólares se explica por la evaluación del mercado de la situación macroeconómica en el mundo.
«Vemos tasas de refinanciación muy altas de los bancos centrales: en EEUU hoy, creo, están por encima del 5 %, en Europa están en el 3,75 %, y eso es lo que reduce la actividad de inversión y el consumo, y estos son los riesgos de una menor demanda», explicó.
El viceprimer ministro ruso añadió que «todos tienen en cuenta el enorme mercado de Asia-Pacífico. Y cuando China salió de la COVID-19 se estimaba que reconstruiría su economía a un ritmo más rápido. Aunque en realidad vemos que hay una recuperación más lenta. Tan pronto como China comience a consumir más recursos energéticos, el mercado reaccionará de manera diferente».
Globovisión