Rusia ha lanzado desde la tarde de ayer contra territorio ucraniano otra ronda masiva de ataques con drones en la que empleó más de cuarenta Shaheds, los aparatos kamikaze no tripulados que adquiere de Irán para atacar cada noche pueblos, ciudades e infraestructuras ucranianas.
Según el balance oficial de Kiev, ofrecido por la Fuerza Aérea, las defensas ucranianas lograron derribar 41 de los 42 drones Shahed utilizados por Rusia en las últimas horas. La región de Odesa, en el sur de Ucrania, fue el principal objetivo de esta ronda de ataques.
Los lanzamientos de Shaheds comenzaron a las 19.00 hora ucraniana (16.00 GMT). Los drones fueron lanzados en varias oleadas desde tres zonas distintas de la península ocupada de Crimea y el suroeste de la Federación Rusa, informa la Fuerza Aérea ucraniana.
La mayor parte de los drones fueron interceptados por las defensas ucranianas sobre la región de Odesa, donde al menos personas han resultado heridas como consecuencia de la caída de los fragmentos de los shaheds interceptados, según el Servicio de Emergencias de Ucrania.
Varios edificios han sufrido daños y un empleado municipal de 42 años ha muerto en el hospital de un paro cardíaco durante el ataque, según la Administración Militar de la zona.
La Fuerza Aérea ucraniana también registró el lanzamiento, cerca de la pasada medianoche desde la zona ocupada de la región sureña de Jersón, de seis misiles antiaéreos en dirección a territorio del sur de Ucrania bajo control de Kiev.
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