Rusia llevó a cabo un ataque masivo contra Ucrania entre la tarde del viernes y la madrugada del sábado, utilizando más de 170 drones, incluidos más de 100 aviones no tripulados de ataque Shahed.
Las regiones de Dnipropetrovsk, Kiev, Sumi, Járkov y Jmelnitski fueron blanco de los bombardeos.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, confirmó que al menos cuatro personas murieron y 21 resultaron heridas, entre ellas una mujer embarazada. Además, los ataques destruyeron o dañaron viviendas, un complejo hotelero y de restauración, garajes y estaciones de servicio.
Zelensky acusó a Rusia de continuar sembrando el terror y de burlarse de los esfuerzos internacionales por lograr la paz, al no enfrentar aún una presión significativa.
En un mensaje publicado en Telegram, afirmó que la respuesta global a estos ataques dependerá de Estados Unidos, Europa y todos aquellos que buscan una diplomacia efectiva.