El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, advirtió este miércoles de que su país “responderá con dureza” a los “ataques terroristas” de las fuerzas ucranianas contra la provincia de Belgorod, situada a unos 40 kilómetros al norte de la frontera con Ucrania. Según el alto funcionario, trece civiles han resultado heridos por el fuego cruzado.
“Ya hemos eliminado a más de 70 terroristas ucranianos“, afirmó el ministro, y añadió: “a partir de ahora responderemos de forma inmediata y severa a estas acciones de Ucrania“.
Shoigu acusó a una unidad de “nacionalistas ucranianos” de haber invadido el territorio ruso por el puesto fronterizo de Kozinka, en Belgorod. “Durante una operación de Contrainteligencia, estas formaciones nacionalistas fueron bloqueadas y atacadas con artillería”, sostuvo, según la agencia de noticias Interfax.
El ministro indicó que algunos de estos “nacionalistas tuvieron que retroceder hasta su territorio, donde fueron bombardeados hasta su completa eliminación“.
Belgorod, una región clave y vulnerable
Belgorod es una ciudad y una región que se encuentra a más de 600 kilómetros al sur de Moscú y que tiene una importancia estratégica para el suministro de las tropas rusas que participan en la invasión de Ucrania. Sin embargo, también es una zona expuesta a la violencia del conflicto.
Desde el inicio de la guerra, Rusia ha culpado a Ucrania de atacar instalaciones petroleras, sabotear un puente ferroviario, hacer explotar un depósito de municiones e incluso apuntar con misiles a edificios en la ciudad de Belgorod.
Ucrania ha negado en su mayoría la responsabilidad de estos ataques y ha acusado a Rusia de lanzar misiles desde Belgorod que han reducido a escombros ciudades ucranianas.
Además, el ejército ruso ha protagonizado varios incidentes, accidentes y explosiones que han alimentado el caos en la región. En octubre, 11 soldados rusos murieron cuando dos compañeros abrieron fuego en un campo de entrenamiento militar en Belgorod. En abril, un avión de guerra ruso lanzó una bomba sobre una carretera transitada en la ciudad, dejando un cráter de 20 metros y lanzando un coche al techo de una tienda cercana.
El nombre de Belgorod significa literalmente “ciudad blanca” en ruso y hace referencia a la abundancia histórica de piedra caliza en la región. Ahora, esta ciudad se tiñe de rojo por la sangre derramada en una guerra que no parece tener fin.