Los allegados y vecinos de los desaparecidos dicen no entender cómo Rosa Edilia García pudo convencer e influir en ellos, incluso varios de ellos profesionales universitarios, por lo que especulan que “podría haber algo desconocido más allá”
Rosa Edilia García, habría sido la religiosa que persuadió a un grupo de más de 20 personas desaparecidas, en las que también se encuentran niños, para ir a un “encuentro con Dios y la Virgen” desde el pasado 22 de agosto en La Grita, estado Táchira.
Según información citada por La Nación, García tomó el rol de guía espiritual y logró convencer a las personas para que se dirigieran con ella a un supuesto “encuentro con Dios y la Virgen” por los páramos del Parque Nacional Juan Pablo Peñaloza, entre los estados Táchira y Mérida.
Allegados de los desaparecidos y algunos vecinos relataron al medio local que la mujer mantenía una extremada pasión religiosa, algo que calificaron como “fuera de los común”.
García pertenecía al grupo de oración carismática, pero desde hace algunos años se apartó para formar su propio movimiento conocido entre los habitantes como “Siguiendo a Jesús”.
“Pasó de una práctica religiosa al fanatismo (…) Se la pasaba dándose golpes de pecho”, relataron los entrevistados, quienes afirmaron que la mujer no tenía un lugar fijo para las reuniones del grupo que guiaba junto a un hombre también de la localidad.
Algunos de los encuentros fueron en Santa Ana del Valle, sector donde habitan los integrantes de la familia Luna Roa, los primeros en ser reportados como desaparecidos, y quienes por influencia de García habría corrido de la casa a un hermano porque “tenía un demonio por dentro”.
Según La Nación, los desaparecidos salieron sin decir nada a nadie y durante varios días estuvieron haciendo mucho mercado.
Los allegados y vecinos de los desaparecidos dicen no entender cómo Rosa Edilia García pudo convencer e influir en ellos, incluso varios de ellos profesionales universitarios, por lo que especulan que “podría haber algo desconocido más allá”.
Se conoció que la mujer no tiene hijos, pero forma parte de 14 hermanos; 10 mujeres y 4 hombres, de los cuales uno falleció. Entre los desaparecidos se encuentra Teresa García, una de las hermanas de la religiosa, también están con ella, su esposo, sus dos hijos, el yerno y su nieto de un año.
De acuerdo a La Nación, la líder espiritual tenía una venta de pasteles en la calle 4 de La Grita, al finalizar la carrera 6, puesto que su hermana Teresa le permitió ubicar para ayudarla económicamente. En ese mismo lugar también funciona una panadería.
Un familiar resaltó que el fanatismo de Rosa Edilia García era “intenso” y que en sus prácticas religiosas siempre estaba acompañado de un hombre identificado como Adolfo Rosales, quien tiene cierta discapacidad visual. En esta oportunidad, el hombre no emprendió viaje con ella, algo que califican como extraño los habitantes del pueblo.
“Ella se metió a carismática en un principio con un señor de nombre Adolfo Rosales, que vive más o menos cerca de la casa de Simón Bolívar. Siempre la acompañaba para todos lados”, dijo un vecino de la comunidad cuyo nombre pidió ser omitido.
Sin embargo, hay quienes piensan que la obsesión de Rosa Edilia por la religión superó los límites de lo normal y sufría de un “desequilibrio mental”.
“Mandaba a la gente a confesarse, a ir a misa y a rezar. Decía que muchas cosas malas venían, que Cristo lloraba lágrimas de sangre por lo que todos hacemos. Que el mundo se iba a acabar”.
Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) citó al acompañante de García para las respectivas declaraciones. Se conoció que el hombre cuidaba la casa de la líder del grupo, ubicada en el sector San Vicente, pero, aparentemente, desde finales del mes de julio se distanciaron.
NADYALH