En los últimos años gracias a las redes sociales y la omnipresencia de los teléfonos que transformaron a todos sus usuarios en potenciales paparazzi, muchos tienen la impresión de que ya no quedan secretos por revelar cuando se trata del detrás de escena de Hollywood. Sin embargo, la industria audiovisual está llena de reglas no escritas, y de usos y costumbres que sus autoridades se empeñan por ocultar como secretos del oficio.
Por eso, sigue llamando la atención cuando algún integrante de la industria se anima a revelar lo que se esconde detrás de las cámaras. A decir en voz alta lo que la mayoría no se anima a contar. Eso sucedió esta semana, en el festival de TV de Montecarlo, en donde Robin Wright recordó qué impedía que le pagaran lo mismo que a Kevin Spacey, su coestrella en House of Cards.
«Fue muy difícil, para ser honesta. Cuando les dije que me parecía justa la paridad de sueldo porque mi personaje era tan popular como el de Spacey, me contestaron que no podían pagarme lo mismo como actriz«, explicó Wright.
A continuación señaló que le ofrecieron el título de productora ejecutiva y la posibilidad de dirigir algún episodio. «Así vas a recibir tres pagos distintos», le indicaron.
Sin embargo, ella insistió con el pago igualitario como intérprete, pero la respuesta que recibió fue tajante: «No es posible porque no has ganado un premio de la Academia».
«Ese es el protocolo hace años», ahondó Wright. Y continuó: «Si preguntas por qué a tal actriz no le pagaron lo mismo que a Will Smith, por ejemplo, siempre te explican que el monto de tu contrato solo puede aumentar tras ganar un Oscar. Una nominación no te alcanza. Pero, ¿qué tiene que ver eso con conseguir un sueldo más equitativo?», remarcó la actriz en una conversación con la revista Variety en Montecarlo.
La intérprete, que fue nominada seis veces a los Emmy por su interpretación de Claire Underwood en la serie de Netflix, y que tras conocerse las denuncias y acusaciones contra Spacey se transformó en la única protagonista de la serie, también recordó cómo en 2013 se incorporó a la ficción que poco tiempo después sería el primer gran éxito de la plataforma.
«Cuando David Fincher me habló de House of Cards me dijo: ‘Esto es el futuro, va a ser revolucionario’. Y miren dónde estamos ahora», señaló Wright que también admitió que la serie fue un «regalo» para ella en más de un sentido.
«Fue un operador de cámara el que me sugirió que me animara a dirigir un episodio de House of Cards. No lo sentí como una presión, sino como una forma de poner en práctica lo mucho que aprendí en el programa. Fue un voto de confianza», explicó la actriz que llegó a dirigir 10 episodios de la serie y luego también se puso detrás de las cámaras en episodios de Ozark (Netflix), Dime más mentiras (Disney+) y en la inédita miniserie The Girlfriend que se estrenará hacia fines de 2025 en Prime Video, en la que también tiene uno de los papeles protagónicos.
Adaptada de la novela de Michelle Frances y con la participación de Olivia Cooke (House of the Dragon) y Laurie Davidson (Mary and George), en la ficción Wright interpreta a Laura, una mujer que aparenta tenerlo todo: un marido que la ama, una carrera exitosa y un hijo que adora. Pero cuando el muchacho regresa a su casa para presentarles a Cherry (Cooke), todo el mundo de Laura comienza a desmoronarse.
Ante una pregunta sobre sus mayores logros, Wright decidió dar una respuesta con algo de humor sobre su vida personal y algo más seria en relación con sus éxitos profesionales.
«Mis hijos todavía están vivos. En lo que respecta a mi carrera… Hay una ventana, para mí fue entre la mitad de los 30 y principios de los cuarenta cuando no tenía trabajo. Nada. Ahí fue cuando apareció House of Cards y me dio cierta estabilidad por un tiempo. No creo que hubiese podido conseguir papeles en cine en aquel momento», concluyó Wright.
RONDA